Recientemente, en la parte poniente de la Ciudad de México, congresistas federales se reunieron en Expo Santa Fe el pasado 21 de noviembre para sesionar y decidir cuál sería la distribución del presupuesto para el próximo año. Por su parte, el día de hoy, 27 de noviembre, la administración local hizo entrega al congreso de la capital del país del Proyecto del Paquete económico 2020, el cual, de acuerdo con información de El Universal, tiene contemplada la creación de nuevos impuestos en distintos campos.
Uno de los impuesto que se implementaría para el siguiente año en la CDMX sería a la venta final de bebidas alcohólicas, excepto aguamiel, cerveza y aquellas que deriven de la fermentación. La cantidad que se tendría que pagar para recibir dichos bienes es sería del 4.5 por ciento sobre el precio del mismo.
La finalidad de dicho gravamen es el de reducir los incidentes fatales y las enfermedades derivadas de la ingesta de bebidas alcohólicas, ya que el consumo de este tipo de productos ha aumentado de un 52.8 a un 53.4 por ciento, además de que los casos de alcoholismo en mujeres ha aumentado un 200 por ciento, según comenta Infobae.
Adicionalmente, se espera generar un impuesto unificado al 3 por ciento para la tenencia, el cual no sólo incluye a autos particulares con capacidad de hasta 15 pasajeros, sino que también estará ligado a motocicletas posteriores al 2001. Es importante mencionar que el gravamen vendría acompañado de un nuevo registro para vehículos, el cual estará basado en la tecnología que tienen.
Finalmente y también con la finalidad de reducir la adicción pero al juego, se buscará crear un impuesto a las erogaciones relacionadas con el juego de azar, excepto a ludibrios como la lotería, concursos o rifas (por mencionar algunos), los cuales ya cuenta con su propio gravamen. A saber, la aportación que se tendría que hacer es la de un 10 por ciento, la cual sería recaudada por los mismos sitios de apuestas, cuyo número es de 35 en la Ciudad de México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
En el caso de las bebidas alcohólicas, habrá que esperar a ver cuál es el impacto que tiene en los centros de consumo y en los retailers, como tiendas de conveniencia y de autoservicio, los cuales comercializan este tipo de productos.