Marzo del 2020 se recordará con un periodo de tiempo único porque las experiencias offline terminaron de forma abrupta y sin ningún retorno aparente. Los eventos o activaciones poco a poco fueron terminando y muriendo. Se acabó con totalidad para abril. Prácticamente en ninguna parte del mundo se celebran eventos. Las plataformas más importantes fueron anunciando que pospondrían sus fechas por la pandemia del COVID19. Por algunos meses y con un futuro incierto, la mercadotecnia offline ha muerto.
¿Y esto es definitivo? Pues en realidad solo sabremos a ciencia cierta. Hay incertidumbre de cuándo regresará todo a la normalidad. El escenario para México y LATAM es que entre agosto y septiembre ya se celebrarán los principales eventos masivos postergados. De agosto a octubre, con mucha probabilidad, se saturarán las fechas de muchos eventos que ya estaban programados con anterioridad y no se pudieron celebrar. Algunos otros eventos, ya no celebrarán más en 2020. Con mucha probabilidad bajarán los presupuestos de los eventos que sí terminan por producirse entre agosto y noviembre de 2020. En cierta forma es muy lógico porque los presupuestos de mercadotecnia ya están muy manoseados, deprimidos y para gran parte de la marcas no ha sido un año de ingresos importantes.
¿Y mientras, qué está pasando?
Que los influencers pagados callaron. Se taparon la boca. La realidad los calló. Al no haber dinero para pagar sus menciones y publicaciones. Entonces, salieron al feed de la gente común los ciudadanos de pie. Millones de entrenadores deportivos, cocineros, contadores de cuentos y consejeros espirituales salieron del clóset para empezar a generar su propio contenido. La gente real se animó a generar streamings, ya sea para hacer reuniones de trabajo o para pedir consejo a un amigo o simplemente para predecir el futuro inmediato después de una d ellas pandemia mundiales históricamente más graves a nivel económico y sanitario en la historia de la humanidad.
Otro suceso histórico es que los eventos y las experiencias, con ayuda de la tecnología accesible se empezaron a hacer. Catas de vinos virtuales, de tequila y mezcal, clases de cocina virtuales, diplomados online, en fin, lo offline pasó a lo online. Por la fuerza, por no haber de otra, pero al fin surgió ya un nuevo lenguaje en video. Desde las casas de todos. Con iluminación y escenografía orgánica y artesanal todos están generando experiencias virtuales que llenarán los vacíos de contenido offine.
Por ahí vendrán también ya los streamimgs que serán las plataformas de contenido de una forma muy periódica y la forma de cómo pasarán contenido relevante a sus clientes y prospectos las marcas y fabriocantes. Atención aquí que los streamings serán los eventos visuales del futuro. La virtualidad tomará más sabor que antes y poco a poco, lo offline generará valor al ser más escaso.