Uno de los sectores del retail que sorprende a los consumidores constantemente con estrategias BTL es el Fast Food Retail. De hecho, la industria de alimentos es la que mayor uso hace de las acciones BTL, seguida de la industria de refrescos y bebidas, así como bebidas alcohólicas y automotriz.
Una encuesta realizada en Estados Unidos durante agosto de este año muestra que los consumidores estadounidenses prefieren las siguientes comidas rápidas: hamburguesa, pizza, tacos, sandwich, hot dog. Y como sabemos en esta industria se encuentran inmersos multinacionales que preparan y entregan este tipo de productos en sus puntos de venta generando más de 43 mil millones de dólares en 2016 en el mercado estadounidense.
Además, este tipo de servicios ha impulsado el envío de menús a domicilio en distintos países. Pero, ¿esta estrategia supone agregar valor a la ventaja competitiva de los retailers del Fast Food Retail? Todo indica que así es. De acuerdo con un estudio de The NPD Group, la accesibilidad a plataformas digitales el mercado de alimentos ha registrado un incremento sustancial de ventas.
Datos de Statista señalan que en Estados Unidos, las ventas de alimentos y bebidas han aumentado en los últimos años, en 2012, se registraron ventas de 638.62 mil millones de dólares; 2013, 659.31 mil millones de dólares; 2014, 683.09 mil millones de dólares; 2015, 745.61 mil millones de dólares; 2016, 766 mil millones de dólares y se prevé que 2017 cierre con 798.7 mil millones de dólares.
Después de todo las entregas a domicilio son una alternativa más para el consumidor; sin embargo para los retailers representan una oportunidad para diferenciarse de la competencia y ofrecer más valor en su servicio. Además, uno de los beneficios que ofrece esta estrategia es que pueden ampliar su número de clientes, es decir, pueden llegar a nuevos mercados sin la limitación del punto de venta físico. Al final, una manera efectiva de innovar es implementando estrategias de marketing directo a través de herramientas digitales para mejorar los precios de distribución, sin dañar la calidad o presentación de los productos ofrecidos.