Pasas en el automóvil o caminando, sientes que algo te habla, no es un billboard, ni valla, ni un parabús o espectacular, es una barda, los colores te hablan, sus trazos, la información es concreta y sin rodeos.
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Desde el inicio de la historia, el hombre ha decidido plasmar su acontecer por medio de inscripciones en las paredes de cuevas y muros naturales, algunas por medio de las tinturas vegetales, la sangre de animales, algunos materiales como tierra y minerales.
Las pintas y relieves en muros están ligadas a contar el contexto político-social, es decir, quien gobierna y bajo que poderes divinos lo hace, es un enlace entre los oficios y esas primeras ofertas de valor de la condición humana, es un recurso usado para promover y difundir los eventos a realizar.
Lo anterior no difiere de la actualidad, les seguimos viendo en la aplicación política, con su tinte electoral, encaladas y llenas de colores partidistas le dotan de ese halo divino al candidato.
Además el gobierno suele emplearlas para difundir sus acciones previo a los informes, su error con frecuencia es el exceso de información, a diferencia de una barda de candidatura electoral, la última tiende a ser más concisa, resalta el nombre del candidato, partido, slogan y fecha de la votación.
En las artes y oficios, la barda continua vigente, los rótulos en los negocios, en ciertas profesiones y oficios, es una herramienta de ubicación geográfica, en gustos se rompen géneros, van de los más sobrios y elementales a verdaderas obras murales.
México cuenta una gran historia en materia de muralismo, palacios de gobierno, edificios emblemáticos del país, empresas y escuelas, son los encargados de relatar lo acontecido como una manifestación con origen en la revolución mexicana, lo que se constituye hasta 1921 como el Movimiento Muralista Mexicano. Los principales exponentes son David Alfaro Siqueiros, Clemente Orozco, Diego Rivera y Rufino Tamayo.
Existe también un uso que suele ser mi preferido, es cuando se promueven los bailes gruperos, los masivos eventos populares, las bardas al igual que las bardas políticas, son “blanquedas” para que quede un lienzo en el cual trabajar. Posteriormente se colocan los nombres de las agrupaciones, el lugar y fecha, algunas frases “llegadoras”, se plasman cargadas de colores vivos y en algunos casos psicodélicos.
Las bardas representan más que esa herramienta rudimentaria e histórica, son una posibilidad en medio de la sofisticación que en ocasiones se mimetiza para que el BTL de billbords pierda fuerza, es entonces una manera de encantar, pues esa es su naturaleza.
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