De acuerdo con la fascinante Mitología Griega, existieron 9 Musas en el Olimpo; cuyos orígenes, nombres y poderes dejamos para otra ocasión y así poder concentrarnos en una sencilla analogía con las fuentes de inspiración actual del ser humano; mismo que pudiésemos denominarlo como “Homo Creativus Ideaticus”… marca Acme.
Ahora bien, aquellas 9 criaturas fantásticas tenían como misión inspirar y provocar a los simples mortales para imaginar y realizar prodigiosas expresiones de arte y cultura. Sin embargo, en nuestros caóticos días de constante búsqueda por ideas creativas e innovadoras, pudiesen transformarse y proyectarse en 12 estilos de comunicación publicitaria. A saber:
1. La Musa de la Palabra
Representa esas campañas basadas en la fuerza de un vocablo eligiéndolo del diccionario o bien inventándolo para ser el eje rector de nuestros textos repitiéndose y dándole gran presencia gráfica. Recuerdo el “Desfronterízate” de la cerveza Corona, el “Go” de la tarjeta Visa, o aquella inolvidable “Archirrequeterrecontrarica” de la salsa cátsup Del Monte. ¿Ya detectaron algunas otras campañas surgidas de esta musa? Aquí necesitamos un redactor (copy) de los “de a de veritas”, quien conozca el lenguaje y pueda jugar con las palabras; un director creativo visionario que sabe que un término se vuelve popular (y hasta viral); y un cliente que confíe en la importancia de asociar su marca, producto o servicio a la mágica conminación de letras y sílabas.
2. La Musa de la Imagen
Significa representar el producto o servicio con una visualización definida y constante; centrando la atención con sencillez, pero con impacto. Aquí es muy importante diseñar una “familia de anuncios” donde cada pieza es diferente; sin embargo, tienen un común denominador visual (paisajes, lugares, objetos, personas, etc.). Heineken lo realizó magistralmente con su campaña internacional, igual que ATT y Lego; ¿y qué tal los huevos de Bachoco o la época dorada del jugo de la vida con Jumex? El elemento clave es un imaginativo director de arte (más que diseñador gráfico) y obviamente el director creativo quién organiza y sabe vender la idea al cliente.
3. La Musa del Sonido
Conecta un efecto de sonido con la marca; se trata de encontrar y aplicar una expresión auditiva con valores fonéticos que identifiquen y causen empatía ante el consumidor. Ese timbre de puerta que uso Avon para decir “Avon llama”, el efecto que usó Iusacell cuando sonaba su llamada, etc. Tal vez no hallan tantos ejemplos actuales, pero eso significa precisamente la oportunidad de utilizarlos para llamar la atención y diferenciarse de los demás. Quizás piensen que esta musa no se puede ocupar en medios impresos; ¿qué tal el extraordinario anuncio de revista “dienes gdipa” de Actifed DM? Léelo y verás, más bien, escucharás…
Y aquí le dejamos hasta la siguiente publicación. ¿Tarea?: identificar campañas que pudieron haberse inspirado en estas primeras 3 musas. ¿Reto?: dejarse motivar por ellas para generar mejor organizadas y más originales ideas publicitarias. Baygón, bailarina baile… y si tienen tele, pos ay se ven, el Quick.
