De acuerdo con mediciones de Euromonitor, la tasa compuesta anual de pasta sin gluten ascendió a 3,7 por ciento en todo el mundo.
La Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE) define al gluten como una proteína amorfa que se encuentra en la semilla de muchos cereales y que está combinada con almidón.
Los panaderos y reposteros bien pueden amar al gluten, pues es el responsable de la elasticidad de las masas y de lo esponjoso que puede quedar el pan.
Sin embargo, no para todos es bueno el gluten, pues hay personas que son intolerantes a esta proteína y no lo pueden digerir tan fácilmente.
Esto abre una nueva puerta de oportunidad para las marcas que lanzan al mercado productos sin gluten. Aunque en el caso de las pastas, pocas son las marcas que se han aventurado a experimentar sin la proteína.
Entre las que sí, podemos mencionar a Barilla. A partir del 20 de noviembre de este año, la marca sumó a su portafolio la Barilla sin gluten, la cual está disponible en tiendas de autoservicio en 4 presentaciones de cortes de 340g. (Spaghetti, Codo, Rotini y Penne).
La parte buena para esta marca es que con una estrategia de comunicación que se enfoque en los beneficios de este producto, aunado con una adecuada acción de promotoría puede posicionarlo rápidamente en el mercado y en el gusto de los mexicanos.