El asunto de las notificaciones en nuestras herramientas digitales, especialmente el celular, es de largo aliento. Por un lado está la intención comercial, porque por supuesto que a las marcas les encantaría estar muy presentes en la vigencia de su audiencia, “pero ¿a qué costo?” (recordando el meme del general).
Tu cel y el mío vibran o suenan no menos de 100 veces al día, siendo irrelevantes por lo menos el 50% de los mensajes comerciales que nos llegan. Claro que hay forma de bloquearlos, pero las plataformas viven de esos ingresos, por lo que dificultan o impiden el bloqueo, es más, en casos específicos, estimulan la aparición en nuestro aparato o redes sociales aquellas marcas con las que no tenemos nada que ver, frente a las que no hemos mostrado interés ni atención.
Las herramientas del Push y del Pull son igual de importantes; en lo personal me inclino por las segundas, que todavía intentan atraer a la audiencia con una narrativa tan estratégica como creativa, mientras las primeras van con todo por el “compra ya”. Me perdonarán, pero en ese sentido y como dijera Barack Obama en una Correspondants’ Dinner en 2015, “I’m a mellow sort of guy”.
Sólo para complementar la idea de allá arriba, el bloqueo de las notificaciones, o es para todas ellas con lo que nos quedamos sin saber de un mensaje que sí nos interesa, o hay que hacerlo de una en una, lo que tomaría más tiempo al día que el invertido en escrolear en (escoja su red social favorita).
Pregunta inocente: Si ya opera el Big Data, el CRM y tenemos la oficialmente naciente inteligencia artificial… ¿por qué insiste una marca 6 veces al día con que ya sacó unos nuevos tenis, por poner cualquier ejemplo? Según yo, hace por lo menos una década que ya se puede saber si una cuenta leyó un mail, cuantimás un post de Fb, Tw o Ig.
Mi postura es… No dejemos que el ansia por vender nos lleve a atosigar a nuestros/as usuarios/as, el amor no funciona así, si me permiten la metáfora, y que conste que la narrativa de marca es una manera de enamorar audiencias que le sirve aún a Lego, Caterpillar, Google, TikTok…
Ya lo dije después de Obama, “I’m a mellow sort of guy”.
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