Hace siete días escribí acerca de las criptomonedas y comenté que esta semana me referiría a las rusas, chinas y de aquí y allá, pero “¡Paren la prensa!” (o sea, “¡Espérensen!”).
Sucede que Sam Bankman-Fried, fundador y ex presidente ejecutivo de FTX (Future Trade Exchange), moneda digital que nació en 2019, creció y murió sin reproducirse en 2022; acaba de ser acusado tanto de fraude multimillonario como de conspiración… ¡En Bahamas!
Para los incautos, Bahamas es un paraíso fiscal. Ser acusado en ese lugar especial para los pecadores y de eso, es antinatural por definición.
Pero me circunscribo volviendo a las seis preguntas básicas del periodismo, ¿qué?, ¿quién?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿por qué?
- Qué. Mucho dinero fue manejado sin legislación de por medio
- Quién. Aparentemente, un prestanombres digital
- Cómo. Con el más básico sistema de riqueza bancaria inmediata en nuestros tiempos: Inversión digital
- Cuándo. De 2019 a 2022
- Dónde. En el mundo virtual auspiciado por el digital
- Porqué. Porque somos los Dueños del Balón
Mientras platico esto cambian las nomenclaturas y estructuras, porque tú y yo hoy, vemos cambios brutales en, sí, las redes sociales: “Facebook no me deja hacer esto”, “”No puedo acceder desde Insta”, “Google anda bien loco” (comentarios extraídos de esas redes, tengo pantallazos).
No importa quién lea esto, lo central es que otra moneda digital ya cayó no nada más en números rojos, sino en desfalco. Conste que los números son de CNN en español, es decir, no es interpretación de todos los que tenemos la oportunidad de opinar, sino sentencia de una fuente que muchos conideran pertinente y certera.
“Lo que quiero decir es que si inviertes en dólares digitales vas a terminar con un chingo de ‘digitales’ y sin dólares”. Les dejo esta frase de un amigo que tiene siete años criptomonetizando.
Ya quiero culminar este comentario con una fantasía con relación al aludido en el título: Sam (Samuel se llama uno de los Rotschild) Bankman (que en español sería “hombre banquero”) y “Fried”. Esto, del inglés, es “frito, quemado, pasado por el fuego”.
Es sólo imaginación, Ni crean que es así.
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