La industria del retail en México es, sin duda, una de las más importantes para la economía nacional. En 2016, generó cerca de 465 mil millones de dólares en ventas y se espera que para 2018, pese a la incertidumbre económica, alcance los 517 mil millones de dólares, de acuerdo con Deloitte y Planet Retail.
El retail es una de las industrias más poderosas del mundo y genera millones de empleos tanto directos como indirectos. Para darnos una idea de la magnitud, en el año fiscal 2015, datos de Financial Times demuestran que sólo Walmart Stores tuvo en su base de empleados directos a 2.2 millones de personas en todo el mundo.
Dentro de esta industria, existe una figura de gran relevancia: el Jefe de piso. En hipermercados, supermercados, clubes de precio, tiendas de conveniencia y otros, el Jefe de piso juega un papel primordial para la perfecta operación del retail en México.
El Jefe de piso cumple con diferentes funciones operativas: es el encargado de que se ejecuten los planogramas de manera óptima, de que la merma dentro del retailer sea mínima, del control de inventarios y existencias, atiende cuestiones operativas y de supervisión de colaboradores, interactúa con clientes y proveedores, así como tratar con promotores/as.
Para las agencias de promoción que ejecutan promotoría en punto de venta, el Jefe de piso es un gran aliado para la implementación de estrategias de compra por impulso dentro de los retailers.
La verdad oculta del retail en México
Siempre han existido rumores sobre lo que envuelve la importante labor de la promotoría en Punto de Venta donde están involucrados muchos actores de la industria del retail.
InformaBTL entrevistó a algunos de ellos: agencias de promoción, proveedores, promotores, empleados de retailers y jefes de piso. Cabe señalar que los entrevistados solicitaron guardar el anonimato por temor a represalias. Las entrevistas fueron realizadas en el periodo comprendido entre marzo del 2016 a enero de 2017.
Abuso de autoridad
Uno de los apelativos que tiene un Jefe de piso (entre otros que no podemos nombrar) es “El Coco”, de acuerdo con las Agencias de promoción y los Promotores. La queja principal es que el Jefe de piso se ha convertido en una figura de gran autoridad que muchas veces genera odio y en otras hasta miedo.
El Jefe de piso decide si entra o no un promotor/a con su marca, por lo que en ocasiones se ven en la necesidad de “caerle bien” para que les permita hacer su labor.
La prepotencia y el abuso de autoridad es cosa de casi todos los días en la mayoría de los pisos de venta de los retailers. Así lo mencionaron los empleados de una tienda de autoservicio en el sur de la ciudad. El maltrato de algunos de los Jefes de piso y Gerentes de sucursal hace que el nivel de rotación sea elevado y esa actitud se externa a los diferentes promotores que acuden al establecimiento.
Juan, cuyo nombre hemos cambiado y fue Jefe de piso que laboró por más de 35 años en un retailer trasnacional, nos mencionó que en efecto si algún proveedor o promotor no seguía “las reglas del negocio” los retiraba o entorpecía su trabajo.
En una ocasión un promotor de… (una marca de agua embotellada) llegó a… (retailer) en donde estaba encargado y dejó su producto en cajas dentro de la góndola… el promotor era nuevo. Una de las reglas que teníamos era que el producto estuviera suelto, no en cajas. Cuando le mencioné que no lo hiciera así, me respondió con agresividad y nos fuimos casi a los golpes. Tuve que sacarlo con seguridad y hablar con su supervisor.
Un empleado, cuyo nombre no mencionaremos, nos confesó que algunos Jefes de piso “usan su poder para tratar mal a los empleados y promotores”. Inclusive, vio cómo “un jefe sacó a gritos a una jovencita porque acomodó mal su producto”.
Otra empleada entrevistada por InformaBTL mencionó que una promotora tiró por accidente parte de su producto y, luego de recibir el regaño del Jefe de piso, “la hicieron limpiar no sólo el lugar donde derramó el artículo, sino todo el pasillo”.
No todos los Jefes de piso tienen esas actitudes, como algunos empleados de un retailer trasnacional ubicado en el norte de la ciudad lo constataron. Sin embargo, la presión a la que están sometidos (incremento de ventas, menos merma, rotación de producto, ejecución de planogramas, limpieza, servicio, compras, etc.) hace que muchos exploten con sus colaboradores y promotores.
Aunado a eso, Juan nos confesó que muchos de sus compañeros reciben “sobornos” para que dejen entrar mercancía o cambien el planograma establecido para la marca de la categoría más importante.
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