Abuso laboral
El abuso laboral pareciera ser una práctica común en algunos retailers. Una queja constante apunta a que los Jefes de piso hacen que los Promotores ayuden en labores para las cuales no fueron contratados. Algunas incluyen: acomodar producto que no es el suyo, ayudar en labores de limpieza del retailer e inclusive acomodo de bodega, cosas que no son responsabilidad del Promotor/a.
Dado que muchos Promotores/as no tienen un buen nivel educativo o muchas de ellas son madres solteras, algunos Jefes de piso los amedrentan y amenazan. Debido a eso, y por miedo a perder el trabajo, los Promotores hacen lo que les ordenan aunque no sean parte de sus funciones.
Los o las Promotoras por lo general reciben bonos por aumentar las ventas en su lugar asignado y no sólo visitan un retailer, sino hasta 4 en un día. Eso los obliga a tener al Jefe de piso “contento” para que los dejen hacer su labor de venta en el tiempo asignado.
Y ya no te platico de los de Prevención, esos son unos hijos de la c*&%$, son como policías privados dentro de la tienda y son peores que los Jefes de piso. Por ejemplo si a un Promotor se le llega a caer algo, llegan como perros, como si hubieran matado a alguien. Oye fue un descuido… “Me vale m*#%$, lo vas a pagar”… Se junta, se juntan… el Jefe de piso y los de Prevención y se vuelve un infierno para los Promotores”.
Juan agregó que gran parte de la culpa la tienen algunas Agencias de promoción que…
Ofrecen a sus clientes metas inalcanzables y no cuidan a sus trabajadores. Son ellos mismos los que “prostituyen” a sus Promotores, ofreciéndotelos para que hagan labores que nos les corresponden, maltratan a su personal, no respetan su tiempo, les pagan una miseria y además los obligan a cumplir objetivos de venta que no son realistas.
Por su parte, las Agencias de promoción que accedieron a ser entrevistadas, nos mencionaron que este tipo de maltrato es común en agencias pequeñas, que no están registradas o que no cumplen con los requisitos indispensables ante la ley. Asimismo mencionaron que el estar inscritos en alguna asociación como la AMAPRO o la ANTAD podría ofrecerles garantía de que los derechos de los Promotores se respetarán, brindándoles los beneficios que la Ley Federal del Trabajo exige.
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