La sorprendente decisión de Patagonia de transferir toda la propiedad de la empresa de la familia Chouinard a una organización sin fines de lucro, que gastará todas las ganancias de Patagonia en la lucha contra el cambio climático, es un acontecimiento que se encuentra en boca de todos.
“Esperemos que esto influya en una nueva forma de capitalismo que no termine con unos pocos ricos y un montón de pobres”, dijo Yvon Chouinard, el fundador de Patagonia, en una entrevista con el New York Times el día del anuncio.
Chouinard ha visto cómo su patrimonio neto se disparaba a lo largo de los años a medida que aumentaban las ventas de Patagonia, pero ha señalado regularmente que detesta la riqueza excesiva y buscaba deshacerse de ella de cualquier manera que pudiera.
Bajo el nuevo modelo, Patagonia, como un negocio típico, continuará buscando maximizar sus ganancias y competir con otros retailers de ropa para actividades al aire libre. Pero la medida diferencia a Patagonia de otras empresas, ya que ahora sus ganancias se destinarán a una organización fiduciaria y sin fines de lucro en lugar de a los accionistas que poseen una participación en la empresa.
Esto rara vez se ha hecho antes, y nunca a esta escala. “No había buenas opciones disponibles. Así que creamos la nuestra”, dijo Chouinard en un comunicado. Y es que la familia Chouinard decidió tomar sus acciones y venderlas a dos entidades de nueva creación: una sin fines de lucro y un fideicomiso.
Todas las acciones con derecho a voto de Patagonia, que alguna vez estuvieron en manos de la familia Chouinard y solo representan alrededor del 2 por ciento de las acciones totales, se colocaron en una entidad recientemente establecida conocida como Patagonia Purpose Trust. La entidad estará supervisada por los miembros de la familia y los asesores más cercanos y estará a cargo de aprobar las decisiones clave de la empresa, como los nombramientos en el directorio y la modificación de los estatutos sociales.
Mientras tanto, el 98 por ciento restante de la empresa, valorada en unos 3 mil millones de dólares, se destinará a Holdfast Collective, cuya única responsabilidad será proteger el planeta. Holdfast Collective distribuirá un dividendo anual de cualquier efectivo que no se reinvierta en la Patagonia para luchar contra la crisis ambiental, proteger las tierras no desarrolladas en todo el mundo y abogar por causas y candidatos en la política.
Patagonia continuará operando de la misma manera, vendiendo alrededor de mil millones de dólares al año en chaquetas, gorras y el famoso chaleco polar de finanzas hecho de poliéster 100 por ciento reciclado, pero los 100 millones de ganancias que antes iban a la familia Chouinard cada año ahora irá a la organización sin fines de lucro recién establecida.
“Vamos a regalar la máxima cantidad de dinero a las personas que trabajan activamente para salvar este planeta”, dijo Chouinard al medio citado.
“Una opción era vender Patagonia y donar todo el dinero”, también comentó Chouinard en un comunicado. Pero, añadió que, esta medida pondría en riesgo el futuro de la Patagonia: “No podíamos estar seguros de que un nuevo propietario mantendría nuestros valores o mantendría empleados a nuestro equipo de personas en todo el mundo”, escribió Chouinard.
En una liquidación, Patagonia podría haber terminado en manos de una empresa de capital privado o un gran conglomerado de moda, lo que podría desbaratar la visión de Patagonia de tratar a sus trabajadores y al planeta con respeto.
“Qué desastre hubiera sido eso”, opinó Chouinard. Salir a bolsa aún le permitiría a Chouinard vender sus acciones y donar las ganancias a la caridad, pero eso dejaría la dirección de la compañía al mercado público. “Incluso las empresas públicas con buenas intenciones están bajo demasiada presión para generar ganancias a corto plazo a expensas de la vitalidad y responsabilidad a largo plazo”.
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