La sustentabilidad es una tendencia que ha llevado algunas marcas de consumo a adoptar medidas para lograr un desarrollo más eficaz en la producción.
La exigencia del consumidor ante los latentes problemas en materia de ambiente es un factor que las marcas toman en consideración para lograr un menor impacto ecológico, a la vez que se sigue satisfaciendo las demandas y necesidades del consumidor.
En México, los gobiernos están comprometidos por crear un ambiente que promueva la sustentabilidad, es por esa razón que se han impulsado iniciativas para lograr tal objetivo. Este año, la Ciudad de México aprobó las reformas a la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal, para prohibir el uso y distribución de bolsas y popotes de plástico a partir del 2020.
Con esta reforma se prohibirá la utilización y distribución de plásticos un solo uso provenientes de fuentes fósiles como cubiertos de plástico, platos, charolas, popotes, globos y vasos.
Pero esta actitud de buscar soluciones más sostenibles no es solo del consumidor mexicano. También se ve reflejado en el reporte Evolución del Consumo Consciente en Latinoamérica de eCGlobal Research Solutions, el cual muestra las actitudes el consumidor latinoamericano respecto a temas de sostenibilidad.
Por otro lado, se presentan datos sobre actitudes y acciones hacia el consumo consciente en América Latina. Según una encuesta, el 76 por ciento de los consumidores afirmó que verificaba que el productor o fabricante de un producto se preocupara por preservar y proteger la vida y el planeta.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac), son 500 millones de dólares anuales de contribución, de comercio y de producción y 500 mil toneladas anuales que dejarían de producir ya que es un dólar el kilogramo de plástico. Además, Anipac señala que la falta de uso del producto generará que algunas empresas cierren o incluso cambien de giro.
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