Una de las grandes ramas de la mercadotecnia BTL es el marketing directo. Tan sólo en México se estima, de acuerdo con datos de Statista, que se invierten cerca de 4.03 MMDP en esta área. Una de las grandes tendencias que cada día toma más fuerza, principalmente por sus importantes aplicaciones, es big data, el cual, según datos del medio estadístico, alcanzará un valor de mercado de cerca de 70.76 MMDD. No cabe duda, la información es poder (y dinero). Sin embargo, el uso de la data, su circulación y los servidores en donde se almacenan han generado el nacimiento de algunos términos interesantes, como es el caso de la soberanía de datos.
¿Qué es la soberanía de datos?
Nacido del proceso de globalización, la soberanía de datos puede ser comprendida como la serie de disposiciones legales impuestas para la circulación de la información tanto de personas físicas como de empresas, más allá de los límites de la nación de origen de los registros, de acuerdo con datos de Arkhanios.
Supongamos que un shopper en México llena una forma para comprar un videojuego. La tienda online donde realizó la transacción trabaja con un servidor que está en Reino Unido, entonces, sus datos van a dar hasta el otro lado del mundo. Sin embargo, si a esto le sumamos que posiblemente haya un respaldo de su registro en Japón, ¿a qué país se debe recurrir si hay problemas con el mal uso de la información que proporcionó?
La soberanía de la información plantea precisamente la posibilidad de establecer ciertos límites o controles para saber cómo actuar en caso de una contingencia, según explica, Excélsior en su portal electrónico.
El medio explica que una de las muchas soluciones que se han propuesto es que se encripte la información cada que entra a las fronteras de un país nuevo; sin embargo, naciones como Reino Unido han expresado su desacuerdo debido en gran medida a que consideran que esto sería de ayuda para los cibercriminales.
