México se proclamó una nación laica en 1857; sesenta años después, es decir en 1917, se reafirma este acuerdo en el artículo 130 de la constitución política que nos rige actualmente. Iglesia y Estado quedan separados definitivamente, cada quien sus business.
Para nadie es secreto que nuestra nación tiene costumbres religiosas arraigadas. Para muestra un botón… el 12 de diciembre en algunas organizaciones es día feriado para que los empleados puedan cumplir con sus tradiciones.
¿Pero cuál es el fin de tener imágenes religiosas en las organizaciones si al final es inversión privada y nada tiene que ver la religión con la industria?
Aclimatarse, la clave del éxito
Pudiera pensarse que las empresas nacionales son las que colocan un espacio especial para las cuestiones religiosas en sus instalaciones por obvias razones; sin embargo, nada más lejos de la realidad. Una buena cantidad de empresas extranjeras también dedican un espacio especial para colocar imágenes religiosas, veladoras, flores e incluso pequeños espacios exclusivos para oficiar ceremonias en fechas importantes.
¿Por qué lo hacen? Fácil, se adaptan a la cultura de nuestro país, no importa que la nación de origen de la empresa tenga creencias diferentes, el mensaje es claro y directo: respetamos lo que es sagrado para ustedes.
¿A poco no se siente bien cuando alguien se acuerda de tus gustos, de aquello que es importante para ti y lo toma en cuenta? Lo mismo pasa con las empresas, consideran la cultura del país en el que se van a establecer para adaptarse a sus costumbres.
Adaptarse a lo que es sagrado para los trabajadores significa ganárselos. ¿Ganárselos para qué? Para
continuar la sinergia de la cultura organizacional evitando un choque que pudiera derivar en un
ambiente laboral incómodo al no tomar en cuenta puntos venerables de los empleados. Aquí radica
la importancia de aprender a ceder para ganar.
¿Importan mis creencias para obtener un puesto?
La respuesta corta es: ¡no! Pero si ya llegaste hasta aquí, ahora permíteme darte una explicación más amplia.
Lo que importa para obtener un puesto siempre es y serán las habilidades para desempeñarse en él, aunque también cada organización tiene sus criterios para contratar a su personal. En mi experiencia me ha tocado ver cómo algunas empresas o negocios sí piden de preferencia tener X creencia religiosa por su fiabilidad, responsabilidad y/u honestidad.
¿Están mal en establecer esos criterios? No lo creo. Al final cada organización los establece pensando en lo mejor para ellos.
Nunca toques lo sagrado
Dicen que nunca hay que hablar de 3 temas: futbol, política y religión. No todas las personas tienen la capacidad de hablar estos asuntos sin perder el juicio o sentirse agredidos por comentarios opuestos a sus dogmas.
¿Cómo puedo adaptarme? ¡Respetando! Este valor es la base fundamental para una convivencia sana, funcional. De ahí que probablemente tus ojos nunca verán por ejemplo, que una empresa proveniente de un país budista coloque una estatua enorme de Buda sustituyendo las imágenes o monumentos dedicados a la virgen de Guadalupe (por ser la religión católica la más predominante en el país).
Lo sagrado no se toca para evitar salir del chongo, y las empresas lo han entendido muy bien.
Conclusión
No es trascendente tener una creencia religiosa para obtener un empleo. Si profesas alguna fe, está bien, procura actuar conforme a sus estatutos y que la gente te pueda ubicar por ello.
En el caso de no pertenecer a ninguna religión, no pasa nada. Tus habilidades no merman ni eres menos por un título religioso.
Pero por favor no olvides respetar las creencias de los demás. Aunque para ti sean una estupidez, para otros pueden ser fibras muy sensibles. Lleva la fiesta en paz con todo mundo.
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