En términos económicos, los recursos están confinados debido a que se encuentran en un entorno finito, es decir, que su aprovechamiento o utilización depende de un espacio y tiempo determinado.
Es por eso que las empresas establecen mecanismos de producción y consumo para coordinar, entre otros factores, el sistema de precios.
El sistema de precios trata sobre las interrelaciones entre la oferta y demanda. De acuerdo con Economipedia, el sistemas de precios permite realizar funciones como racionar bienes y servicios para garantizar que los recursos se reparten de manera eficiente y se alcanza un equilibrio en el mercado.
Las implicaciones del sistema de precios en la economía tienen un gran impacto en el bolsillo del consumidor, ya que que las circunstancias llevan a las empresas a coordinar las actividades necesarias para establecer precios e incentivos que motiven el consumo de sus productos o servicios.
En este sentido, la función de los precios que se muestran en el mercado proporcionan la información necesaria para entender el deseo de los consumidores por determinados productos y, en consecuencia, los productores o empresas establecen precios de acuerdo a lo que está dispuesto a pagar el consumidor para obtener el bien o servicio.
En México hay productos que han aumentado su precio de manera considerable. De acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), el limón es uno de los productos de primera necesidad que ha registrado un aumento de precio hasta un 140 por ciento en estados como Nuevo León, Jalisco, Hidalgo y Guanajuato, entre el 15 de julio y el 15 de agosto, según el monitoreo de precios a productos de la canasta básica de ANPEC.
En resumen, es clave que los mercadólogos o profesionales a cargo de la estrategia de precios de la marca tengan en cuenta la variación de precios en los productos que comercializan, con el propósito modificar su mezcla comercial y obtener el mayor beneficio de la demanda de un mercado.
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