1. La familiaridad: Para que un objeto viral sea factible de mover a las masas es necesario que toque un tema que sea afin o resulte familiar para un sector específico de la población. Los gatos son un claro ejemplo de familiaridad, puesto que es más fácil que una persona ame la imagen de un gato en vez de odiarla. Al ser un elemento familiar para un enorme sector de la población la capacidad de propagación aumenta.
2. La conexión: Ya sea el humor, la reflexión, el efecto “¡Ahhhh!”, la sorpresa, la indignación o incluso el asco, es necesario que el objeto viral genere una conexión emocional con la gente para que ésta, a su vez, deseé compartirlo y se propague. Además la conexión es básica para que la comunidad pueda ser inspirada a propagar el meme, ya sea tan solo compartiéndolo o participando en un ejercicio colaborativo.
3. Los medios: Es el medio lo que permite que la información se propague con menor o mayor facilidad y velocidad. Hoy en día es fácil ver objetos virales que duran unas semanas o que duran tan solo unas horas gracias a las redes sociales. Los trending topics en Twitter, por ejemplo, son un claro ejemplo de un objeto viral que puede durar tan solo unas horas en el top 10. Es increíble como en tan solo 60 segundos en los medios digitales puede ocurrir algo que cambie las tendencias y nazca un nuevo trending topic.
Es así como la suma y las variaciones de esos elementos componen el efecto viral que tantos y tantos clientes creen que pueden lograr fácilmente.
Hay otros elementos que pueden añadirse a la fórmula como: contexto, vigencia, formato, etc. Pero estos 3 son cruciales para entender la estructura del fenómeno.