Con una audiencia digitalizándose de manera rápida, a causa de la pandemia y el aumento del uso de móviles en América Latina en el último año, la participación de las marcas en publicidad digital de la región está expandiéndose, haciendo cada vez más rápida la transformación digital.
Esta transformación digital ha venido gestándose desde hace ya varios años con crecimiento constante, sin embargo, con la pandemia muchas marcas han visto la publicidad digital como una forma de llegar a su audiencia de manera oportuna en tiempos de crisis.
México y Brasil son los dos países que han mostrado más crecimiento en inversión de medios digitales en el último año, y que a pesar de la pandemia, siguen creciendo, contrario a lo que se creía un principio, dadas las circunstancias económicas y la disminución del presupuesto publicitario, el cual según datos de Admetricks, decreció 15% en la semana del 6 de abril.
Durante las primeras semanas de la pandemia, los precios de anuncios digitales disminuyeron debido a las marcas que dejaron de publicitarse, pero las que lo seguían haciendo optaron por mostrar menos anuncios, haciendo que los precios se mantuvieran estables y dándoles la ventaja de estar mejor posicionados cuando la crisis termine.
A pesar de que display es el formato más popular y en el que se invierte más, las marcas deberían seguir buscando entre todos los formatos de anuncios el que más los acerque a su audiencia en los meses siguientes, tomando en cuenta el cambio de hábito en el consumo de medios y las compras online, ya que los usuarios están priorizando las compras de productos esenciales como alimentos y salud, dejando para después el gasto de ropa o productos de lujo.
Muchos usuarios esperan que las marcas tomen un papel más activo ante la crisis y se comprometan a ayudar a la comunidad, a mejorar el medio ambiente y a contribuir a la preservación de la salud de las personas, además de ofrecer precios que empaticen con la situación económica actual.
Esta situación es un reto y una oportunidad para las marcas, ya que por un lado hay metas y objetivos de ventas que cumplir y, al mismo tiempo deben ser empáticos con sus clientes, lo cual generará lealtad y hará que su mensaje perdure más allá del término de la pandemia.