Hacer una investigación de mercado antes de lanzar una nueva campaña below the line debería considerarse por los mercadólogos una especie de ley, pues por no llevar a cabo un estudio previo, Starbucks creó la que hasta hoy ha sido su peor acción en la historia.
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En Estados Unidos, el CEO de Starbucks, Howard Schultz, ideó una campaña que hablaría sobre la tensión racial que se vive en la actualidad. La dinámica consistió en que los baristas debían escribir en los vasos de la marca el hasthtag #racetogether para homogeneizar las diferentes culturas y en general “razas” que existen.
Sin embargo, para sorpresa de la marca, y más del CEO, la iniciativa fue duramente criticada y la calificaron como insensible.
De acuerdo con Business Insider, el responsable de Comunicación de la marca se vio obligado a suspender temporalmente su cuenta de Twitter, luego de recibir un sinnúmero de ataques de los usuarios.
Según Fast Company, la idea de hacer esta campaña surgió como un intento de opinar sobre las protestas raciales que durante el 2014 dominaron los titulares nacionales, a raíz de la decisión del jurado en Ferguson, Missouri de no acusar a Darren Wilson, el policía que mató a Michael Brown.
Sin duda, Howard Schultz quiso hacer más para involucrar a Starbucks en el debate nacional sobre la raza. Sin embargo, el detalle fue que no realizó ningún estudio de mercado para saber cómo recibiría la gente esta acción de la marca.
Un error que trajo algunas consecuencias no deseadas a esta empresa de café, nacida en Seattle, Washington.