Hace unos días, en que se acercaba el Día Internacional de la Mujer 2018, me quede pensando cómo sería la mercadotecnia si pudiéramos ponerle cara y género, y llegué a la conclusión que sin duda la mercadotecnia tiene cara de mujer y evidentemente su género sería femenino.
Sin restar importancia a la participación del género masculino en esta disciplina, la empresas en su mayoría, tienen los altos cargos de mercadotecnia a mujeres. Además de que en muchas áreas como la política, finanzas, biología, tecnología, aeronaútica la mujer cada día toma un papel más importante.
La mercadotecnia seria la mujer que recuerda las fechas de aniversario de sus clientes, elige los detalles que dejaran una recordación de marca, incluso hasta en la mantelería e imágen, además imprime un toque de distinción cuando se trata de buscar el regalo perfecto para sus clientes VIP, cuando se trata de eventos piensa en el stand mas innovador, y hablando de activaciones BTL busca interactuar con el publico objetivo logrando crear un vinculo con los consumidores.
Esta femenina disciplina cuida con mucha delicadeza hasta el mínimo detalle, buscando dejar huella en aquellos que prefieren una marca y atrae las miradas de quienes no la conocen.
Las mujeres conectamos en muchos sentidos con nuestra audiencia, tenemos ese sexto sentido (al que yo llamo intuición) y poseemos una brújula para no perder el rumbo de nuestras acciones de mercadotecnia, es decir, marcamos la pauta de una estrategia global.
Observamos, preguntamos y nos ponemos en los zapatos del cliente interno y externo, cuidamos de ellos detectando sus necesidades y podemos ver más allá de lo que los demás pueden ver, porque profundizamos para obtener información relevante para la compañía.
Una característica que no puede faltar es que vamos un paso adelante para ayudar a nuestra empresa a cumplir y superar sus objetivos.
Hasta ahora parece que todo es un paraíso lleno de virtudes, ¿cierto?, sin embargo, en la mercadotecnia también existe un lado oscuro, lo cual no quiere decir que sea malo, existe un lado temperamental en la mercadotecnia que hace que libre las más duras batallas contra su competencia, un lado que no permite derrotas, que persiste, que toma riesgos y que si en un momento tropieza, sabe aprender de la experiencia y sigue adelante, a veces la mercadotecnia es un poco desconfiada del entorno, pero tiene una mente tan ágil que detecta a kilómetros de distancia el peligro y esto le permite tomar precauciones y tomar mejores decisiones.
La mercadotecnia, sonríe, abraza, conecta, sorprende, es así como conquista nuevos mercados, irradiando innovación, observa a su objetivo y lo envuelve en un halo de experiencias que lo hacen sentir especial y único, por eso y mucho más la mercadotecnia tiene cara de mujer.