Últimamente me he topado con libros que utilizan como tema principal los paradigmas y lo provechoso que puede ser cambiarlos; tales como “La estrategia del océano azul”, “The purple cow”, “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” y hasta el de “Quién se robó mi queso” y justo hace unos días tuve que reflexionar acerca de la importancia de cambiar paradigmas en esta época, sobre todo, con las nuevas generaciones.
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Aún recuerdo cuando mis padres luchaban por cambiar sus paradigmas en mi adolescencia, ya que ellos fueron testigos de la llegada de MTV, de los piercings y del Internet, creo que nunca imaginaron a un hijo pegado a la tele para ver videos musicales, con un arete en la cara, y a la vez, muy atento a la pantalla de una computadora para empezar a descubrir las bondades, retos y peligros de la red. Sin embargo, creo que sobrevivimos sin salir tan lastimados, o si no pregúntenle a nuestros psicólogos.
Ahora, las nuevas generaciones, sobre todo los milennials, parece que vienen con la intención de tumbar más de dos o tres paradigmas, y les dejo una lista de mi reflexión para que la analicen y compartan sus opiniones:
Idioma. To2 escriben + rapido y con – reglas. La oración anterior es sólo un ejemplo de cómo se comunican entre ellos. Como la mayoría de su socialización es a través de dispositivos electrónicos que los obligan a escribir, han simplificado el idioma para poder ser más efectivos. Así que el paradigma roto en este ejemplo tiene que ver con la comunicación y las preguntas abiertas son: ¿Debemos acoplarnos a su lenguaje olvidándonos de todas las reglas o debemos seguir respetando el lenguaje y qué consecuencias traería cualquiera de las posiciones?
Compra – venta. ¿Por qué comprarle a una tienda o marca específica, si lo que busco o necesito se lo puedo comprar a alguien que apenas lo usó o mejor aún a una pequeña empresa que ofrece una alternativa más atractiva y ecológica? Esta es la pregunta que se hacen inconscientemente los miembros de dichas generaciones, es decir, el proceso de compra como lo conocemos nosotros les parece limitado, largo, y aburrido. En este caso las preguntas son: ¿Qué y cómo ofrecer los productos y servicios que demandan, sobre todo para satisfacer a los diferentes mercados que se enfoca mi marca?
Posesión. Este tema está relacionado con el anterior, y hace referencia a la forma de poseer, ya que poco a poco se han acostumbrado a sistemas de préstamo, renta o incluso parecidos al comodato. Como ejemplo cito los servicios de Netflix y Spotify, con los cuales el entretenimiento está asegurado sin ninguna posesión clara pero muy cómoda para ellos. Las dudas que quedan en este tema son: ¿Se extenderán estos modelos de negocios y cómo sacar provecho del éxito probado por muchas empresas con estos esquemas?
Socialización. Este tema lo desarrollaré en la siguiente columna porque hay mucho material para hablar al respecto, así que les dejo estas reflexiones y espero sus comentarios.