Qué, cómo, de qué forma, cuándo y quiénes son algunas de las preguntas más importantes para lograr una inteligencia en eventos oportuna y eficiente.
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Muchas veces perdemos lo más por lo menos al no hacernos estas preguntas y no detenernos en este tipo de cuestionamientos antes y después de producir un evento. Y son varios departamentos en uno: Concepto, producción, convocatoria de invitados, difusión y happening del evento –lo que pasa y por qué pasa en cualquier evento-. Y es sin duda multidisciplinario todo lo que rodea a los productores de una evento y a las marcas que los promueven.
Cuando giramos en torno a la industria de los eventos siempre debemos de implementar la inteligencia de eventos, que no es más allá que la lógica de por qué producimos un evento. Y no trabajar y gastar dinero en esfuerzos infructuosos.
Vigilar el dinero, a los asistentes, que lleguen líderes de opinión y que no sean los mismos invitados de siempre, que la logística sea limpia e intacta. En fin que cada evento surja y resurja con su marca para convertirse en un marco dinámico de exposición para cada firma y no en un fracaso de intento de interacción.
