Los consumidores hoy en día son digitales. O al menos en la mayoría de los mercados se encuentra que las compras en línea están aumentando. De acuerdo con datos de Statista, libros, música, películas y videojuegos fue una de las categorías con mayores ventas a nivel mundial en 2016.
Además, uno de los sectores que hacen uso de catálogos es la ropa y calzado, también registró una notoria preferencia de compras digitales. Según Statista, 37 por ciento de los internautas realizaron compras a nivel mundial en 2016. Sin embargo, debido a que los consumidores cada vez optan por realizar sus compras a través de tiendas en línea, ¿significa que los catálogos tradicionales desaparecerán?
En México, probablemente no sea así. En nuestro país la mayoría de las compras se siguen realizando en los establecimientos físicos. Esto permite que los consumidores prueben los artículos, comparen, tomen referencias de la competencia para realizar una mejor compra. En pocas palabras tienen una experiencia superior a la que puede ofrecer una página web.
Y los catálogos ofrecen esta experiencia superior. Debido a que la información presentada en este tipo de formatos permite a los consumidores reflexionar acerca de lo que se le está presentando.
De acuerdo con la consultora Boston Retail Partners, los catálogos de papel siguen siendo importantes porque pueden romper con el ruido de las marcas en línea y, de esta manera crear una experiencia personalizada a los consumidores.
Por ejemplo, IKEA puso a disposición 213 millones de catálogos a nivel mundial en 2016. Esto supuso una oportunidad para que el retailer ofreciera esa personalización. Sin embargo, cabe señalar que los consumidores estadounidenses recurren a los motores de búsqueda como Google para encontrar más información de los productos que desean adquirir, además visitan blogs, foros de expertos y sitios de comparación de precios, entre otros, para mejorar su decisión de compra.