El packaging representa para las marca una forma de contacto directo con el consumidor. De hecho, más que conservar al producto en optimas condiciones, el packaging facilita la identificación de un producto en el punto de venta a través de su diseño, color y forma. Asimismo, gracias a los elementos visuales que presenta un packaging el consumidor puede tener una referencia de los valores que posee una marca y su posicionamiento dentro de un mercado.
Por otro lado, el Branding se ocupa de la creación de marcas, generando una promesa de valor y beneficios para el cliente, que pueden ser funcionales, tangibles o emocionales. Por tanto, para lograr un alto valor de marca, primero se debe crear un alto valor para el cliente y este se puede llevar a cabo durante una experiencia de compra. De esta manera, se brindará al cliente una experiencia diferencial en el punto de venta.
Branding un factor de éxito en el packaging
El diseño de packaging no sólo tiene una función estética, es una herramienta de comunicación de la marca. Por eso, es importante que el packaging sea visible y diferente en el punto de venta. Asimismo, el mensaje debe ser congruente con la marca, debido a que es el primer contacto que tiene la marca con el shopper, de ahí la importancia de aportar valor añadido y transmitir sensaciones.
No existen reglas para la definir el branding de un packaging, sin embargo, se debe evocar en este elemento emociones y sentimientos, que integren la practicidad, la exclusividad y la distinción de un producto. Al final, las marcas deben apostar por la innovación de si packaging para sorprender a los consumidores y mantener un alto nivel de presencia en el mercado.
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