Por: Paco Santamaría
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Twitter: @pacosantamaria
Viajaba de noche en mi coche. Paré en un semáforo ya tarde. Justo veo salir frente a mí a una pandilla de jóvenes que salen de una camioneta, como un comando bien entrenado. Son unos grafiteros en acción. í‰ste es el golpe que necesito para la guerrilla marketing del blog de la Nena, pensé.
La guerrilla, la agencia y el blog de la Nena
Susi, mi novia con la que viajaba, me miró como si fuera un loco cuando detuve mi coche para acercarme a aquella tropa de grafiteros naturales. Al principio ellos me miraron con desconfianza y se metieron a su camioneta. Tuve que convencerlos algún rato que no representaba a la ley y que lo que quería era contratarlos para una campaña de mercadotecnia.
Muy simple: Los grafiteros operarán la entrada y la salida de la campaña de la Nena, justo con un grafiti monumental que abra la comunicación y con otro que la cierre. Ellos serán como abrir el telón y cerrarlo cuando termine la función, ¿Y por qué usar grafiteros reales? Porque ellos tienen la esencia real y natural del grafiti clandestino, saben cómo operar y a qué horas, tienen medido todo porque lo hacen por diversión todo el tiempo.
El más grande de ellos tiene 20 años. Justo están aquí conmigo en un Starbucks en una junta de trabajo para contarles del blog de la Nena. Parecen muy atentos y profesionales, son Lalo y Chucho, y lo que acordemos en esta reunión, ellos se lo comunicarán a su crew para operar la campaña de la Nena, pronto les diré qué frases son las que van a plasmar y en qué paredes. Qué bien incorporar actores reales a una campaña, pronto verán cómo lo hacen en las calles, y ¿ustedes qué opinan?