Para dar una mayor promoción, tanto a editoriales como a obras y autores, las ferias son eventos clave para ello. Tal es el caso de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
Del 24 de noviembre al 2 de diciembre fue el periodo de tiempo que se mantuvo vigente dicha feria en la ciudad tapatía, la cual representa un importante escaparate para la industria editorial nacional e internacional.
Tras su culminación el pasado fin de semana, organizadores y responsables de la FIL revelaron algunos datos que exponen la relevancia de este evento y cómo fue la edición de este año.
De acuerdo con el presidente de la feria Raúl Padilla y su directora Marisol Schulz, en la más reciente edición de la mencionada feria se registró un total de 819,000 asistentes.
En cuanto a marcas de la industria, se contó con la participación de 2,280 casas editoriales, provenientes de 47 países, entre ellos Portugal que este año fue la nación invitada.
Se realizó la presentación de 630 novedades editoriales, además de un encuentro que logró reunir a 750 escritores a lo largo de los días que duró la feria.
Distribución y venta de libros impresos se redujo en México
Pese a los buenos resultados registrados en la FIL 2018, el panorama general para la industria editorial ha tenido cambios, en términos de producción y venta.
La digitalización de materiales literarios y su venta a través de comercio electrónico, motivada por nuevas tendencias de consumo de contenido a través de dispositivos móviles y un menor precio en la compra de estos materiales, han sido motivos por los cuales tanto la distribución como la venta se han reducido.
Cifras de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), indican que en 2017 la producción de libros disminuyó 2.2 por ciento, mientras que la facturación por ventas llegó solo a 294 millones de ejemplares impresos, sin dejar de mencionar que la Caniem también señaló que desde hace 5 años la industria ha dejado de comercializar cerca de 11 millones de libros.