Hoy en día el comercio electrónico empieza a tomar mayor relevancia pero no así el conocimiento o el desarrollo de las empresas que ofrecen esos servicios. Y para muestra un botón, hace poco más de 1 año, en Noviembre de 2014 para ser exactos, decidí adquirir una tablet que necesitaba para hacer un regalo. A mi correo llegó una promoción de Walmart.com donde por espacio de una hora tendrían precios increíbles. Y lo barato me salió caro, no en términos monetarios pero sí de experiencia de compra… Durante los 60 minutos que duró la promoción intenté hacer la compra del artículo sin éxito alguno. Acudí a uno de los quioscos que tienen en algunas tiendas para apoyar a sus clientes y la chica que me apoyó me comentó que también tuvieron esa falla en la tienda. ¿Qué es lo que pasó? Que el sistema colapsó ante la demanda.
Generacionalmente hablando, a los chicos de la generación Millenium se les da por naturaleza el tema de lo virtual, y se les hace muy natural hacer compras por internet, buscar información, hacer comparativos. Pero a las otras generaciones, a veces todavía nos tiembla la mano al momento de querer adquirir artículos online. Y cuando por fin nos animamos a hacerlo y tenemos una experiencia como la que les acabo de comentar, no sólo nos quedamos con un mal sabor de boca sino también reforzamos nuestra creencia de que comprar en las tiendas es mejor que online, al menos en nuestro país. Y es que aunque parece fácil para las empresas de comercio dar un paso adelante al comercializar online, no lo es. La infraestructura que se requiere es muy distinta de la que se requiere para una tienda física, el acomodo de la mercancía es diferente, las adyacencias de producto no existen, pero la venta ligada sí, y eso sin hablar de las promociones en precio que deben ser mucho más agresivas que en una tienda física.
Otro ejemplo, estoy en búsqueda de una mesa de comedor redonda, encuentro por fin un comedor que si bien es cierto no es lo que estaba buscando en sí, me fue muy atractivo tanto el modelo como el precio. Al querer ver más imágenes del artículo en cuestión, no había más que una además de que la descripción era más bien escueta y para rematar únicamente comercializan online. Razón de más para tener mucho mejor su página web. Y la realidad es que existen en el mercado diversas herramientas para solucionar los distintos problemas que pudieran surgir al comercializar online, la cuestión es estar preparado para la demanda.
En conclusión, para poder triunfar en un mercado nuevo como lo es el comercio online hay que conocer ese nuevo mercado y sus reglas, prepararnos para atenderlo y definitivamente no perder de vista que no puede ser operado con las mismas reglas que el mercado tradicional. Si el consumidor evoluciona nosotros también debemos hacerlo.
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