Por: Erika Fonseca
Twitter: @erfonseca
email: erfonseca@mac.com
El color es una de las características más difíciles de manipular y calibrar dentro del diseño y/o producción. Su reproducción puede llegar a ser tremendamente complicada. A grado tal, que existen coloristas para video y expertos en color para preprensa.
Igualar colores no es nada fácil. Ni siquiera desde nuestra computadora personal hasta la impresora que tenemos en casa, seguramente todos lo han padecido, de algún u otro modo.
Photoshop tuvo un gran paso al poder traducir el color de RGB a CMYK. Esta evolución fue muy buena, pero también gracias a ella, hemos perdido la valoración del color. El color no es igual en RGB o CMYK. Aunque, photoshop nos lo visualize con los mismos tonos, gamas, saturaciones -aparentes- los valores cambian para cada gama.
Lo que debemos de saber del color es: existen dos gamas de color.
La gama para impresión se llama CMYK que viene de las siglas de los componentes de las tintas en selección de color: cyan, magenta, yellow (amarillo) y negro (la K de black, por que se confundia con la B de Blue). Básicamente todos los sistemas de impresión utilizan estas cuatro tintas básicas para formar casi cualquier color.
La gama para pantallas (internet, monitores y displays) es RGB por sus siglas en inglés (red, green & blue) son colores que se forman a través de rayos de luz, no de la combinación de colores como cuando pintamos.
Entonces, si el color formado a través de rayos de luz no es igual, que al formarlo con colores físicos, ¿cómo es posible que creamos que tienen los mismos valores? Si no podemos imprimir una foto en nuestra casa, desde nuestra cámara digital, con los mismos valores de color, ¿por qué creemos que profesionalmente es “tremendamente fácil”?
El color ha evolucionado junto con la tecnología y la percepción visual. No es posible querer que la computadora resuelva todo, sino tendría vida por sí misma. Es tan importante como cualquier otro de los elementos de diseño. No lo olviden.
