- La moda ha dejado de limitarse a prendas y accesorios. Se ha convertido en una experiencia dinámica y participativa que se adapta a los deseos y necesidades de los consumidores.
- El concepto de “moda inteligente” ha emergido como una fuerte tendencia en la industria, impulsada por marcas que han adoptado una estrategia audaz: producir solo lo que sus clientes consumen, basándose en retroalimentación en tiempo real y sugerencias directas de sus seguidores.
- Esta nueva forma de hacer negocios está transformando la forma en que las marcas diseñan, producen y comercializan sus productos.
El auge de las redes sociales y la tecnología de comunicación ha creado un puente directo entre las marcas y sus consumidores. Plataformas como Instagram, Twitter y TikTok han dado lugar a una relación más estrecha y colaborativa entre las marcas y su audiencia. Las marcas inteligentes están aprovechando esta oportunidad para obtener una retroalimentación inmediata sobre sus productos y tomar decisiones informadas.
Según datos de Sprout Social, el 69 por ciento de los consumidores utiliza las redes sociales para expresar su opinión sobre productos y marcas. Esto ha dado lugar a una mina de información valiosa que las marcas están utilizando para optimizar su oferta y satisfacer las demandas cambiantes de sus seguidores. Una de las manifestaciones más notables de la “moda inteligente” es la producción bajo demanda.
En lugar de generar grandes cantidades de inventario en anticipación a la demanda, las marcas están utilizando datos en tiempo real para guiar su producción. Esto reduce el desperdicio y los costos asociados con el exceso de inventario, al tiempo que permite a las marcas mantenerse ágiles y responder rápidamente a las tendencias emergentes. Un estudio realizado por McKinsey señala que las marcas que adoptan la producción bajo demanda pueden reducir sus costos operativos hasta en un 50 por ciento, al tiempo que minimizan el riesgo de excedentes no vendidos.
Y es que los seguidores no solo brindan información sobre qué productos desean; también ofrecen valiosos insights creativos que impulsan la innovación en el diseño. Las marcas inteligentes están aprovechando estas sugerencias directas para crear productos que resuenen auténticamente con su audiencia. La “moda inteligente” es más que una tendencia pasajera; es una disrupción en la forma en que las marcas se relacionan con sus consumidores y operan en el mercado.
Ejemplo de esta tendencia es Cider, que a solo unos días de que Taylor Swift llegue a la Ciudad de México, invita a los Swifties a crear ese look que los acompañará a vivir el gran momento de su paso por la capital del país del Eras Tour. Casos como este anuncian que, al final, la “moda inteligente” no solo transformará la industria, sino que también empoderará a los consumidores y les permitirá tener un papel activo en la creación de la moda que aman.
Otras notas que también te pueden interesar:
Shein ingresa a la reventa de moda, así es su nueva plataforma
ReCommerce, el nuevo estandarte de consumo de moda sostenible