La innovación y mejora continua no son más que el resultado de lo que Joseph A. Schumpeter en 1912 describía como la “destrucción creativa”, que utilizaba para describir la capacidad transformadora del empresario y atraer capital.
Hoy es innegable que la mejor forma de cambiar el status quo es mediante la destrucción creativa. ¿pero qué es?
La destrucción creativa es innovación, es continua y resulta de las decisiones conjuntas del mercado y la sociedad. En ese entonces Schumpeter mencionaba que hay 5 formas de innovar: nuevo producto, nuevo mercado, nuevo método, nueva fuente y nuevo monopolio; hoy hay autores como Larry Keeley que sostienen que en realidad son 10 las formas de innovar, pero, al final, la base es la misma, la destrucción creativa.
Para entender cómo se da debemos tener claro que se trata de 2 pasos; el primero es la creación o desarrollo de un nuevo algo, el segundo paso es la destrucción del viejo algo, pues al ser una mejor solución o propuesta, el capital se dirige a la innovación y abandona lo viejo.
Un aspecto clave para que se dé la destrucción creativa es la necesidad de convencer, si no hay convencimiento de la adopción de la innovación, no habrá destrucción creativa. Hoy día nos enfrentamos a un cambio forzado del status quo y por ello han surgido soluciones innovadoras que pueden funcionar pero no convencer, veamos un ejemplo concreto, tenemos un nuevo mercado de conciertos en línea que sirven de solución a la falta de eventos presenciales y son demostraciones de agilidad y flexibilidad, pero no son destrucción creativa ya que una vez que se regrese a la normalidad, es casi seguro que la gente seguirá consumiendo conciertos presenciales y los online los sean consumidos en menor medida, o en su caso, en absoluto.
Entonces, ¿cuál es el problema con el ejemplo anterior? Como lo dije antes, el status quo fue forzoso, la destrucción creativa se trata de convencer, si con el mismo ejemplo anterior el día de mañana (fuera de la crisis) todos adoptáramos los conciertos en línea como la mejor forma de consumir conciertos, gracias a la facilidad, seguridad y precio que brindan comparado con la modalidad presencial, entonces se desplazaría la inversión de los eventos presenciales a los eventos online y ahora si se trataría de destrucción creativa, al punto que eventualmente los conciertos presenciales casi no existirían.
Lo que debemos entender es que hoy la realidad nos obligó a modificar nuestros patrones y formas de consumo, pero eso no implica que haya empezado un proceso de destrucción creativa, por ello a pesar del éxito que haya tenido tu empresa o negocio para adaptarse a la crisis, se debe estar atento a los cambios que se generen con el regreso a la “nueva normalidad” ya que si no iniciaste un proceso de destrucción creativa, deberás adaptarte nuevamente al mercado.
Todos tenemos claro que se debe buscar innovar constantemente, pero no olvidemos el por qué, lo que significa, simplificar. Si tenemos claro ese objetivo, convencer será sencillo. Evita la destrucción creativa de tu negocio por la competencia, ¡innova, crea, convence!
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