Si percepción es realidad, ¿por qué no nos enfocamos en la primera para crear a la segunda? ¿Por qué no partimos de la percepción como objetivo, para crear la realidad que deseamos que tengan nuestros receptores?
Me explicaré mejor con un buen ejemplo. En México, actualmente se vive un caos político que involucra a maestros escolares del sureste y a entidades gubernamentales. En redes sociales, unos despotrican contra los actos vandálicos de los maestros, otros contra el sistema represor político que agrede a los educadores que sólo exigen derechos y políticas justas de acuerdo a sus comunidades. En medio, estamos muchos de nosotros, desorientados y sin saber con certeza quién tiene la razón.
Si le pensamos bien, podemos deducir que detrás hay fines políticos e intereses de unos cuantos. Y esta deducción es más factible cuando no hay una comunicación clara y si una percepción turbia y llena de agujeros negros. Si los maestros, lejos de hacer actos vandálicos (si es que los hacen ellos y no grupos paramilitares) publican el listado de causas justificables por las que no están de acuerdo en la nueva reforma educativa, podríamos tomar un bando e incluso ganarían adeptos. Si la Secretaría de Educación por su parte, comunicara claramente cuáles son los requisitos que solicita y cómo se adaptarían a cada entorno, sería mucho más claro para todos y no habría cabida a malos entendidos que pueden ser aprovechados en su contra ni más detractores.
Esto, llevado al ámbito del marketing funciona del mismo modo. Las marcas están expuestas a un sinfín de ataques, malos entendidos, injurias o aseveraciones negativas y por ello requieren una comunicación clara sobre sus acciones, sus productos y sus procedimientos.
Para nosotros, una marca no es lo que en realidad es, sino lo que percibimos de ella a través de lo que comunica. No sólo en su empaque o en su publicidad, también en las redes sociales, en los comunicados de prensa, en el boca a boca de la fuerza de ventas y lo que es más importante, en la comunicación ejercida por los compradores.
No importa lo que sea, lo que quisieron comunicar, lo que comunicarán, sino lo que percibimos hoy de las marcas. Es así como una buena campaña de comunicación en realidad es una “campaña de percepción”. Cada palabra de un copy tiene un significado que contribuirá a construir nuestra percepción de la marca. Esta percepción es un todo que se forma con todos los elementos de comunicación que empleamos (mensajes y emisores).
Así que la pregunta antes de generar tu próxima estrategia quizá deba ser: ¿qué percepción queremos lograr? Si funciona todo bien, habremos creado una realidad sobre nuestra marca.