En el ámbito de las startups el concepto de “producto mínimo viable” es indispensable para arrancar un negocio. Básicamente se refiere a la elección de un producto para comercializado en su versión más sencilla o austera y medir su eficacia en el mercado, obtener retroalimentación y moldear el producto hasta que éste sea el ideal y tenga éxito. Pero, ¿qué es entonces la Audiencia Mínima Viable?
Joe Pulizzi, creador del Content Marketing Institute y escritor del best-seller Epic Content Marketing, creó el concepto Audiencia Mínima Viable en su libro Content Inc. para mostrar cómo la mejor maniobra es elegir un nicho de mercado muy específico, y posicionarte como una verdadera autoridad en un tema relevante para él, al crear y compartir contenido que le genere valor. Una vez que cuentes con una audiencia lo suficientemente considerable; es decir, una Audiencia Mínima Viable, podrás medir la opinión de tu mercado y obtener con mayor eficacia información sobre los productos o servicios que esperan o les podrían resolver un problema de mejor manera.
Lo que Pulizzi en realidad quiere destacar, es que los contenidos en un principio son esenciales para construir una audiencia que bien llevada, puede convertirse en tu mercado cautivo. Que el Content Marketing, como lo he repetido en esta columna más de una decena de veces, va mucho más allá que generar publicaciones insulsas en redes sociales sin considerar la dirección y estrategia de la comunicación externa e interna de una empresa o marca en específico.
Así, una Audiencia Mínima Viable, al igual que un Producto Mínimo Viable, son dos elementos que nos harán ahorrarnos mucho dinero y sobre todo, constantes dolores de cabeza. El secreto está en ir de abajo hacia arriba, comenzar con un nicho pequeño de mercado para irlo ampliando a la par que se aumenta también nuestra oferta de productos o servicios. En tener un enfoque muy dirigido para no perder el rumbo, algo que evitará el error que cometen muchas marcas: tratar de llegar al mercado más grande posible y terminar aprendiendo que quien mucho abarca, poco aprieta.
Un claro ejemplo de éxito en este sentido es el caso del operador de telefonía celular Tigo, que lejos de pensar en los grandes mercados, se enfocó en países pequeños así como en economías emergentes para posicionarse y luego crecer en productos y servicios. Así ha logrado convertirse en la mejor opción para sus usuarios.
Como bien indica el libro de Peter Sander y Jennifer Basye: Niche and grow rich (crea un nicho y crece en ganancias).