Contrariamente a la indicación que el famoso agente 007 usaba para pedir su Martini (agitado, pero no mezclado), esperamos que la tan polémica apuesta del Gobierno de la Ciudad de México por la próxima película de James Bond, sea bien “mezclada” y no mediante una “agitada” decisión.
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En principio, es un movimiento brillante. Aliarse a una franquicia que ya ha probado ser exitosa, que generará millones de dólares en taquilla y que seguramente será exhibida en cintos de salas cinematográficas en nuestro país y miles de pantallas más, en casi todo el mundo. Hacerlo con una cinta que puede incluir escenarios de la capital mexicana de manera orgánica, ya que cada una de las películas de la saga, siempre se filma en países distintos mostrando sus sitios emblemáticos.
Llama también la atención que el gobierno tenga a compañías privadas como aliados capitalistas y toda esa especulación sobre cuáles serán los beneficios que éstas obtendrán. Probablemente la película Spectre incluirá además algunos “product placement” de las marcas mexicanas, lo cuál sería muy agradable ver en una producción de talla mundial.
Pero por otro lado, no estoy seguro si por la recurrente temática de las películas de Bond, donde abundan las mafias y violencia, ésta sea la mejor elección o simplemente una decisión que llegó de manera “agitada” cuando la productora se acercó para analizar la factibilidad de filmar en nuestro país. Lo cierto es que sólo la productora y sus patrocinadores lo saben, y espero que también hayan hecho un análisis de ROI previo, para estimar si su inversión vale peso a peso lo invertido.
A mí en lo personal, me genera algunas otras dudas, aunque aplaudo la iniciativa y la visión para ir más allá de lo que siempre se hecho. Pero ojalá fuera tan fácil, esta apuesta podría bien ser un arma de doble filo si no cuenta con una estrategia sólida detrás por parte de sus patrocinadores. ¿es realmente el guión el apropiado? ¿es suficiente el empleo de diversas tomas (bien cuidadas) de nuestra ciudad para limpiarse de la mala imagen que tiene en el exterior? ¿Vale la pena la gran inversión (que se presume en 20 millones de dólares)? ¿Cómo se medirá? ¿se comunicará orgánica e inteligentemente?
No podemos contestar asertivamente a ninguna de estas preguntas sino hasta ver la nueva aventura de Bond, James Bond. Pero por lo pronto, el gobierno del Distrito Federal ya aprovecha la expectativa repartiendo playeras con su logotipo (CDMX) y la imagen del Agente 007, así como invitando (con gran sutileza) a los medios a difundir imágenes de la filmación de la ahora más esperada película.
