Los mercadólogos y publicistas trabajan cada uno de sus mensajes tan cuidadosamente que parecen infalibles, sin embargo, pese al vasto lenguaje las palabras que usan para convencer no ascienden a más de 40. Así que entonces, ¿cómo es que algunos eslóganes se hacen populares y otros no?
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La respuesta no es sencilla, muchos factores influyen en ello, lo cierto es que, como se muestra en la siguiente infografía realizada por el software publicitario BuySellAds, sólo 40 palabras son las que una persona escucha repetidamente en los 3 mil a 10 mil anuncios a los que está expuesta en un día. Entre las que sobresalen los adjetivos: gratis, nuevo, lleno, fácil, bien, bueno, seguro, especial, maravilloso, seguro, extra, así como los verbos: haz, obtén, da, ten, compra, ve, siente, ama, usa, toma, empieza, prueba, elige, entre otros.
Ahora bien, esas palabras deben combinarse para lograr un eslogan lo suficientemente atractivo para el target, para ello se deben seguir las siguientes reglas:
1. Romper las reglas. Intencionalmente crear oraciones incompletas y palabras mal deletreadas
2. Ocupar sonidos repetidos. Los recursos para hacerlo en gramática son la aliteración, el ritmo y la asonancia.
3. Jugar con las palabras. Usar juegos de palabras y hacerlo también con los dobles significados.
4. Usar recursos visuales. Esto se logra con asociaciones de palabras y sugerencias visuales.
5. Ser cortos y dulces. Usar frases concisas o sólo fragmentos.
6. Darle dirección. Esto a partir de frases imperativas y llamadas a la acción.
Pero, no basta con esto, es necesario crear frases que hagan parecer el producto que se vende como único, necesario e indispensable a partir de otros recursos del lenguaje que se detallan también en la infografía que a continuación se presenta.
