En Reino Unido, Kentucky Fried Chicken incorporó en sus restaurantes un vaso de café comestible, a fin de “divorciarse” de los empaques de papel y ofrecer mejoras sustentables en sus puntos de venta.
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Los vasos de café comestibles de KFC están hechos con galleta, papel de azúcar y chocolate blanco. Su nombre es Scoff-ee Cup y entre el plus que tienen, además de su sabor, es que conservan la temperatura del café y no se ablanda la galleta.
Para esta creación, la marca restaurantera unió fuerzas con la empresa The Robin Collective. Sin embargo no es la primera vez que surgen este tipo de creaciones: la marca italiana Lavazza trabajó junto con el diseñador venezolano Enrique Luis Sardi para lanzar una taza de café comestible.
Esta taza fue fabricada con frolla, una pasta dulce que usualmente es utilizada en la elaboración de tartas. Para evitar que la pasta se deshaga con el líquido caliente, por dentro está cubierta con un glaseado especial que aísla humedad y calor y además libera azúcar para endulzar lentamente la bebida.