La metodología “JIT” o “Justo a tiempo” surgió como una filosofía de trabajo que cambió los sistemas de producción. El enfoque que propone la filosofía “Just in time” es en la puntualidad. Es un pensamiento que se orienta a la demanda de la producción, además que deriva una ventaja competitiva al obligar a la empresa a entregar en un tiempo breve el valor con calidad total.
Este sistema de trabajo llevar a la empresa a buscar objetivos como atacar los problemas fundamentales, eliminar despilfarros, se busca la simplicidad y se establecen métodos para identificar problemas. En este sentido, los beneficios se obtienen de implementar la filosofía “Just in time” van desde un flujo de producción suave, reducción en almacenamiento y tiempo de espera, compras automatizadas y menores costos de producción.
El reporte Building the Just-in-Time Marketing Organization de Accenture Interactive, muestra que las empresas que implementaron la metodología “Just in Time” incrementaron sus ingresos anuales en un 25 por ciento. En el entorno digital esta filosofía ha permitido tomar mejores decisiones de inversión. Según Accenture Interactive, 57 por ciento de las firmas encuestadas se muestran satisfechas con su capacidad de compartir el mensaje correcto con sus consumidores en el momento adecuado.
Por otro lado, DK New Media indica que el marketing “justo a tiempo” transforma las organizaciones ya que optimizan sus operaciones, con el propósito de operar de forma más inteligente y ágil.
La filosofía desarrollada en Japón está en práctica desde los años setenta. Desde ese momento las compañías involucradas en industrias que dependen del suministro de materias primas han desarrollado técnicas para sobrevivir en un mercado global.
Expertos señalan que al implementar esta filosofía, los principales retos se encuentran en los proveedores que no pueden garantizar la entrega a tiempo. De manera que encontrar socios alineados a esta filosofía es crucial para lograr resultados importantes.
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