Japón es uno de los países que ha trabajado fuertemente en su cultura de la prevención, ante prácticamente cualquier tipo de contingencia. El país asiático se ha caracterizado por su cautela y pensamiento estratégico ante situaciones naturales como los constantes sismos. Por este motivo, cuando Toshiro Muto, director ejecutivo de los Juegos Olímpicos (JJ.OO.) de Tokio 2020, expresó su gran preocupación sobre la expansión constante del coronavirus, fue tomado por muchos como un indicio de la posible cancelación del evento deportivo.
Sin embargo, los temores de la cancelación de los JJ.OO. se disiparon una vez que el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, negó categóricamente que hubiera conversaciones o siquiera planes de aplazar o cancelar la realización de la contienda deportiva.
A lo mencionado por el primer ministro japonés, Toshiro Muto tuvo que aclarar su comentario, por lo cual explicó que si bien el coronavirus es un tema preocupante para la comunidad internacional (y especialmente para Japón, donde ya se han confirmado 45 casos), los JJ.OO. y los paralímpicos se realizarán en tiempo y forma, además de que comentó que, ante el problema de salud, es necesario mantener la mente fría.
Por su parte, el vocero del Comité Paralímpico, Craig Spencer, comentó que también puntualizó que cerca de seis meses, conditio sine qua non, se realizarían tanto los JJ.OO. como los Paralímpicos.
En contraste, la Federación Deportiva de Shanghai ha comentado que, ante la emergencia de salud que representa el coronavirus, los eventos deportivos quedarían suspendidos hasta nuevo aviso, lo cual pone en riesgo la realización tanto de la Fórmula Uno como de la Fórmula E, aunque aún no se aclara si sólo sería un aplazamiento en su realización o la cancelación total.
Por debajo del Super Bowl con 780 MDD, los JJ.OO. de verano fueron el segundo evento deportivo más valioso en todo el mundo, de tal modo que ha sido valorado en 375 MDD, de acuerdo con datos de Statista.