La investigación de mercado es la herramienta más útil y poderosa con la que cuentan los mercadólogos para conocer a su público meta de manera eficiente y puntual. Precisamente, con la finalidad de conseguir dicho objetivo, ésta área de vale de una gran variedad de conocimientos para tratar la información que se obtiene por medio de las encuestas y los sondeos. Sin embargo, ¿por qué es posible afirmar o negar una cualidad, característica o comportamiento del un grupo de personas si tan sólo se entrevista a unas cuentas y no a todas? En las siguientes líneas hablaremos sobre los puntos más importantes respecto a este tema.
Una de las cuestiones más importantes que debemos tener al momento de realizar una investigación de mercado son los costos que implica hacer dicha acción. Supongamos que trabajamos en una marca de consumo masivo y que nuestro público meta es de 2.5 millones de personas. Si queremos entrevistar a todas, nos enfrentamos a dos problemas principales: el primero de ellos es el costo qué implica llegar a todas esas personas; el segundo es la cantidad de tiempo que llevaría realizar las encuestas necesitarías.
Hay ocasiones en las que incluso tratar de llegar a todos los individuos de un conjunto de personas es imposible en gran medida porque para localizarlos intervienen una gran cantidad de factores.
Por lo tanto, lo que se puede realizar para llevar a cabo la investigación de mercado es la toma de una muestra de la población, la cual debe cumplir con cualidades como la de ser representativa, o sea, que se tomen una cantidad significativa de individuos y que estos representante, valga la redundancia, todos los subconjuntos que haya en un grupo.
Roy Campos, presidente de Mitofsky Group, en entrevista para InformaBTL, realizó una analogía para comprender esto. El directivo comenta que para conocer el sabor de una sopa no hace falta tomar una cuchara grande, sino que se puede utilizar una sopera.