El Derecho al olvido no es poesía ni una petición a un viejo amante. Se trata de la posibilidad de desaparecer de Internet, de ejercer su renuncia a las redes sociales. ¿Será que el Big Data nos quiera olvidar?
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1. El Derecho al olvido ya tiene la aprobación tanto de Google como de Microsoft.
2. Los afectados tienen que identificarse y seleccionar qué páginas quieren que salgan de los resultados de búsqueda.
3. Se trata de un servicio parecido al de borrar enlaces relacionados con propiedad intelectual.
Las preguntas sobre esta medida que ya está funcionando en EU y Europa, tienen que ver con el hecho no de si nosotros somos capaces de ejercer nuestro derecho a no ser consumidos por los buscadores de información en redes sociales y sitios web, sino qué tanto es capaz de olvidarnos ese Big Data que ya se formó y no deja de alimentarse con nuestros datos.
