La vida empresarial exige la constante toma de decisiones: qué se va a hacer, qué se tienen que dejar de realizar e incluso cómo es la mejor manera para hacer algo son algunas de las cuestiones más importantes que están en juego todos los días en una compañía. Sin embargo, más allá elegir algo por medio de la fe, se debe hacer con la suficiente certeza para garantizar que la organización en cuestión tendrá un buen crecimiento. Para esto es indispensable contar con inteligencia de negocios, conocida también como BI (por las siglas del término en inglés, business inteligence).
¿Qué es la inteligencia de negocios?
Se puede definir como las tecnologías, herramientas y técnicas utilizadas para procesar datos y transformarlos de manera rápida y sencilla en información, la cual, a su vez, es convertida en conocimiento utilizado de modo estratégico en las empresas y que ayuda a la toma de decisiones, de acuerdo con datos de Corponet.
La inteligencia de negocios funciona en tres niveles (los cuales pueden llegar a superponerse): el operativo (donde se toman elecciones en los procesos que se llevan a cabo en el día a día), el táctico (el cual involucra a mandos medios, quienes deberán tomar desiciones a un mediano plazo) y finalmente el estratégico (que está relacionado con los altos mandos y las decisiones que toman para darle rumbo a la empresa).
Algunas de las principales herramientas de la inteligencia de negocios es big data, small data, inteligencia artificial y machine learning, las cuales son usadas para transformar los datos que se generan dentro y fuera de la empresa por áreas como marketing, finanzas, producción, etc; con la finalidad de obtener información.
Por medio de la inteligencia de negocios una empresa es capaz de mejorar considerablemente su productividad, puesto que se pueden detectar de modo más eficiente qué es lo que está funcionando y qué debe ser cambiado, incluso puede llegar a ser utilizada para generar predicciones empresariales.