El comercio como lo conocemos ha evolucionado de manera considerable en los últimos años. El shopper ya no tiene que ir forzosamente al punto de venta para comprar aquello que necesita, sino que ahora puede conseguir prácticamente lo que sea a través de unos cuantos clics. Esto ha augurado un brillante futuro para el e-commerce en los siguientes años: de acuerdo con datos de Statista, tan sólo del 2012 al 2019, las ventas minoristas realizadas a través de este canal pasaron de los 1,336 a los 3,535 MMDD, mientras que para este 2020 se estoma que alcancen los 4,206 MMDD. Un jugador importante en el comercio electrónico podrían ser las redes sociales, específicamente Instagram.
Aunque hablamos de comercio electrónico como si fuera algo uniforme, lo cierto esque no lo es. Existen una amplísima cantidad de variantes. A-commerce (comercio automatizado), M-commerce (comercio realizado a través de dispositivos móviles) y Social Commerce (comercio hecho a través de las redes sociales) son algunas de las principales ramas que existen; sin embargo, esta última representa un área de oportunidad importante (especialmente para Instagram), en por la cantidad de usuarios que tienen (y que tendrán) este tipo de plataformas.
Según datos de eMarketer, de 2010 al 2019, la cantidad de usuarios de redes sociales ha pasado de los 0.97 a los 2.82 mil millones, lo cual nos muestra claramente la rápida tendencia de crecimiento que experimentan estas plataformas y la cantidad de potenciales clientes que se tendrían. Si se mantiene este ritmo de crecimiento, para el 2021 habrá 3.09 mil millones de posibles compradores, es decir, casi la mitad de toda la población mundial, que, según datos de la ONU es de 7,700 millones.
Para el 2019, las redes sociales ocupaban el quinto puesto en valor promedio en las compras que se hacen en todo el mundo de manera online. En social media, una persona gastaba 79.01 dólares, por debajo de los 94.58 por ciento que invertía en búsquedas y los 112.01 dólares que gastaba a través de la navegación directa. La diferencia no es abismal.
Con este panorama de por medio, y según un estudio lanzado por Cowen, se estima que actualmente el 12 por ciento de todos los usos que las personas le dan a Instagram están orientados a realizar compras online, lo cual se encuentra considerablemente lejos de su competencia directa, Pinterest, quien cuenta con un 45 por ciento en este segmento.
Si bien es cierto que Pinterest se encuentra adelantado en temas como el visual search, que fomentan el social commerce, en el caso de Instagram, en los últimos años se han implementado una serie de mejoras muy considerables para hacerla un rival competitivo en el mundo del e-commerce, desde enlaces directos a productos, hasta etiquetas sobre los mismos, aspectos que han sido generado para diversificar las fuentes de ingresos de Facebook (dueño de la plataforma) y no sólo quedarse con lo que se gana a través de la publicidad
Adicionalmente, visto desde una perspectiva de alcances, Instagram fue en 2019 la sexta red social más usada en todo el mundo, al contar cerca con mil millones de suscriptores, muy por encima de los 300 millones de usuarios que tiene Pinterest.
Para Deutsche Bank, para el 2021 Instagram podría 10 mil millones de euros en ventas. ¿Realmente tiene la capacidad para posicionar como el rey del social commerce? Para responder a esta pregunta, habrá que echar un vistazo a la cantidad de usuarios que se esperan para los años venideros. Mientras que la plataforma podría cerrar el 2020 con 877.5 millones de usuarios, pera el 2022 podría tener 989.1 millones de usuarios, lo que representa más del 10 por ciento de la población mundial, según datos de Statista.