Una palabra que se aprende en la universidad y que llega a convertirse en el punto de partida de las investigaciones académicas es HIPÓTESIS. Una hipótesis es una respuesta posible a un fenómeno o problema social y por lo regular está escrita como una oración afirmativa en busca de ser comprobada.
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Justamente por una hipótesis es como inició el derrumbe de la imagen de Volkswagen, aquel gigante alemán que hoy está mermando su tamaño por un fraude que cometió al modificar sus mediciones en las pruebas de emisiones tóxicas en sus vehículos diesel en Estados Unidos.
Con el fin de demostrar que los controles de gases contaminantes en Europa son mucho menos exigentes que en Estados Unidos, Peter Mock, director de un grupo mediambiental llamado Clean Transportation, hizo pruebas en los vehículos de Volkswagen.
De acuerdo con el Huffington Post, con ayuda de la Universidad de West Virginia, se analizaron los humos que salían directamente del tubo de escape, con un sistema portátil de medición de emisiones que se coloca en el maletero de los coches.
Mientras que el BMW X5 pasó la prueba de carretera, el Jetta tenía emisiones 35 veces superiores a la legalidad, y el Passat las multiplicaba por 20, según dicha publicación.
Los resultados fueron dados a conocer a la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), y de ahí se desencadenó la historia que mermó la reputación de la marca automotriz.
Checa la siguiente infografía donde se muestra cómo fueron analizados los vehículos de Volkswagen:
