Para lar marcas como para las agencias, una tendencia que cada día adquiere más fuerza es la de trabajar con influencers para posicionar un producto en el público. Sin embargo, colaborar con este tipo de personalidades en ocasiones suele ser complicado y hasta peligroso para informa firma, por lo que muchas empresas han optado por mejor laborar con microinfluencers. ¿Cuál es el que conviene más para una marca? En las siguientes líneas hablaremos responderemos esta pregunta.
Muchas marcas prefieren trabajar con microinfluencers (quienes tienen entre 1,000 y 10,000 seguidores en sus redes sociales) para realizar posicionar una marca en el público, puesto que consideran que son mucho más fáciles de manejar que los influencers. Dicho de otro modo, este tipo de personalidades se pueden ajustar más sencillamente a un tono de comunicación que vaya acorde con la marca, independientemente de que ésta sea pequeña o grande.
Aunque con un influencer se puede tener un alcance muy grande de las redes sociales, cada vez son más las marcas que buscan trabajar con microinfluecers, pues, con el presupuesto que se utilizar para contratar a uno de los primeros, se pueden conseguir varios de los segundos.
Edson Noyola, regional brand director de Victoria, en su conferencia que impartió en el Congreso Nacional de Mercadotecnia explicó que al trabajar con microinfluencers es mucho más sencillo poder enamorarlos de una marca para transformarlos eventualmente en embajadores de marca o superfans, como el mismo lo denominó en su charla en el evento.
De este modo, cuando se trabaja con microinfluencers, los cuales, a su vez puede ser transformados en embajadores de marca (o superfans), es posible viralizar contenidos positivos de la firma; así como también es más sencillo que se expresen bien de ella y que incluso le hagan promoción entre sus amigos, sus conocidos y, por supuesto, sus seguidores en redes sociales.