El Gobierno portugués quiso combinar la tecnología móvil con la historia de sus calles a través de una serie de códigos bastante peculiares.
Con el objetivo de promocionar a Portugal como destino turístico alrededor del mundo, la agencia Partners aprovechó la popularidad de los códigos QR para llevarlos a la calle e integrarlos en el entorno.
La acción consistió en crear los QR Codes a partir de las piedras que forman el piso de las calles portuguesas. Los turistas podían escanear los códigos a través de sus teléfonos inteligentes y acceder a información sobre el sitio o monumento más cercano.
La acción BTL se replicó en Barcelona, dónde los usuarios accedían al contenido y al mismo tiempo participaban en una promoción para ganarse una noche gratis en un hotel Portugués.