La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), define la inclusión financiera como “el acceso y uso de servicios financieros formales bajo una regulación apropiada que garantice esquemas de protección al consumidor y promueva la educación financiera para mejorar las capacidades financieras de todos los segmentos de la población”.
En efecto, un mayor acceso a plataformas de servicios financieros permitirá avanzar en el desarrollo de la oferta. Se trata de la demanda que se refleja en el comportamiento y necesidades del consumidor. Pero al mismo tiempo, la baja penetración de servicios financieros se ha convertido en el reto de las marcas en México.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el uso de efectivo es la principal forma de pago cuando se realizan compras y pagos de servicios, y se estima que 47 por ciento de los adultos mexicanos tienen una cuenta en un banco o institución financiera.
Es el caso de Rappi, la “aplicación para todo”, y la empresa de tecnología de pagos, Visa, que en conjunto lanzaron la tarjeta “RappiPay” para promover la inclusión financiera, mejorar la experiencia del consumidor y reducir la ineficiencia del uso de efectivo en México.
Asimismo, BanCoppel recientemente lanzaron una solución que permite realizar y procesar pagos, con tarjetas de crédito y débito, sin la necesidad de deslizar o insertar el plástico en terminales que estén habilitadas con esta tecnología. Con esta innovación, BanCoppel se ha posicionado como uno de los primeros banco en ofrecer una herramienta innovadora para facilitar el desplazamiento del efectivo en México y acelerar la adopción del comercio digital.
Actualmente, los mercados emergentes experimentan un crecimiento en operaciones digitales. Asia, Europa, África y América Latina son algunos de los países donde los pagos digitales cobran una mayor relevancia.
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