Uno de los países en los que Pokémon Go todavía no se ha estrenado oficialmente es en Pakistán, país donde el autobús Po-Khi-Mon Express ya recorre las calles de la ciudad sureña de Karachi en sus tours para cazar a los ansiados monstruos virtuales, una opción segura para los poké-aficionados de una de las urbes más peligrosas del mundo.
La urbe, la mayor del país con 20 millones de habitantes, es escenario de continuos enfrentamientos entre bandas mafiosas y grupos políticos, ataques sectarios contra minorías religiosas y acciones armadas de los talibanes.
Junto a un grupo de amigos, Hamzah Bokhari puso en marcha la semana pasada el Po-Khi-Mon Express, un autobús de 28 asientos, dotado de conexión wifi, refrigerios, electricidad para cargar los teléfonos móviles y un guarda de seguridad.
Con un costo de mil rupias, aproximadamente 8.5 euros y cinco tours de hora y media cada viernes, sábado y domingo, el servicio es un éxito, con unos 120 jugadores por día.
Para Bokhari no se trata sólo de un negocio, también es una forma de hacer amigos con los que jugar a uno de sus juegos favoritos.
Y todo ello a pesar de que Pokémon Go todavía no está disponible de forma oficial en Pakistán, y los jugadores deben usar cuentas de Estados Unidos de la tienda de aplicaciones de iPhone u otros trucos para poder jugar.
Desde su lanzamiento el pasado 6 de julio, el juego “Pokémon Go” ha sido un éxito rotundo y se ha convertido en un fenómeno en todo el mundo.
La aplicación, desarrollada por la estadounidense Niantic y publicada por The Pokémon Company, consiste en atrapar y coleccionar a los monstruos basados en la conocida franquicia japonesa Pokémon mediante un sistema GPS y la cámara del móvil, para luego hacerlos competir con los de otros jugadores.