Se estima que los ingresos que generarán las plataformas delivery en México, durante este año, equivalen a más de 2 mil 100 millones de dólares, de acuerdo con Statista. Y es a este sector al que el Gobierno de la Ciudad de México, analiza la aplicación de un impuesto del 2% del monto total de las ventas mensuales, antes de impuestos, por cada entrega concretada de bienes a personas físicas o morales.
Apps de reparto o delivery como Amazon, Uber Eats, Rappi, Didi Food o Jüsto, serían los negocios a los que impactaría el gravamen propuesto en el Código Fiscal para 2022. Al respecto, la Secretaría de Finanzas advirtió que el impuesto aplicaría a los administradores de dichas plataformas o aplicaciones y que no se estima que el gravamen sea trasladado a los consumidores finales ni a los trabajadores del ramo.
“Se plantea la adición del artículo 307 TER, dado que la actual pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2 ha generado restricciones en la circulación de personas y mercancías en todo el mundo, con el objetivo de frenar la propagación del mencionado virus, máxime, considerando las mutaciones que se han presentado y han vuelto a poner en alerta a los sistemas de salud de todas las naciones”, así indica la Secretaría de Administración y Finanzas de la Ciudad de México.
Además, añade: “dicha política de restricción ha provocado una aceleración vertiginosa en el crecimiento del comercio electrónico, entre ellos destaca el sector de la entrega de alimentos, mercancías o víveres. Lo anterior, presenta nuevos retos de gobernabilidad en materia fiscal, regulatoria y de movilidad, a fin de poder estar en condiciones para establecer políticas impositivas que beneficien a los usuarios de dicha economía digital”.
Consumidor y asociaciones empresariales rechazan la propuesta
“El impuesto que pretenden cobrar a las plataformas de delivery no es para el usuario o repartidores, sino para las empresas. ¿A quién creen que lo van a cobrar esas empresas? Pero bueno”, se pregunta Alejandra Vázquez Rodríguez en Twitter y a esta se le han sumado múltiples reacciones del estilo: “Solo que la gran mayoría de sus seguidores, es gente que no compra vía celular o internet, así que no conocen el tema, por lo que de verdad creen que ese impuesto es solo para la empresa de delivery”.
Por su parte, las asociaciones afirman que el gravamen implica un obstáculo a la innovación para la capital, toda vez que atenta contra los esfuerzos de acompañar la reactivación económica en un periodo complejo como lo ha sido la pandemia. Asociación de Internet MX (AIMX), la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), la Asociación Fintech México (FTMX), la Coparmex Ciudad de México, la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO), Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), entre otras, alzaron la voz.
“El impuesto local por usar la calle no tiene precedente y es inconstitucional; además, va en contra del principio de equidad tributaria y es una medida que daña a la economía digital, limitando la creación de valor económico y social, la cual, más allá de beneficiar a los usuarios y consumidores finales, los afecta en gran medida”, aseguraron los afectados.
También, agregaron que este impuesto impactará a las plataformas intermediarias y de miles de restaurantes, micro y pequeñas empresas, lo que tendrá inevitablemente un impacto en los precios que pagan los consumidores finales.