Por momentos, tal parece que vivimos en el siglo 18 y de súbito regresamos a la vida digital del siglo 21 en 2018. Esto es estar en un ambiente disruptivo latente. En este viven sin control de la incertidumbre, de las identidades digitales y offline estamos todos aquí pero lo que sí no olvidamos es que tenemos muchos delitos y atrasos de género. Le debemos mucho respeto a las mujeres y les hamos hecho mucho daño, ya demasiado y la vida digital potencia mucho este tipo de agresiones.
El género es grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido este desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico.Tan sólo el conjunto de seres que tienen uno o varios caracteres comunes. Sin ser retórico y sin parecer falso feminista, el género implica mucho mas similitudes que diferencias entre los hombres y las mujeres, resumiendo todo a las diferencias biológicas funcionales, ¿Qué es lo que pasa aquí? Que en lugar de que esto se comunique en las redes sociales, este medio digital está sirviendo para incendiar las diferencias y generar una guerra de género que vulnera los derechos humanos.
¿Dónde está Zague, Paola Rojas y la conductora Paola García de ESPN en la semiótica digital?
La semiótica digital ya lo tiene muy claro. Se publica en redes sociales un video en donde el ex futbolista y comentarista de ESPN, videa su pene, con pasión y lujuria, lo muestra en un mensaje erótico a alguien para decirle que se encuentra muy “prendido” por la persona a quien manda el video, ¿Qué pasa con la opinión pública y cómo reacciona ante esto? Los hombres aplauden y lo encumbran como un macho, semental y aplauden lo grande y lo erecto de su pene. Eso es lo que pasa en nuestro México. de este tamaño somos. No importa que este hombre este casado, comprometido o que pase la barrera de lo privado a lo público de forma tan impactante. Toda la interacción para Zague se traduce en su mayoría por vítores de hombres y también muchas mujeres por su apertura sexual y el tamaño de su pene erecto.
Mientras tanto, la esposa de Zague, la periodista Paola Rojas, sin tener culpa alguna del video producido y publicado por su esposo es recipiente de ataques agresivos y lascivos en su mayoría de muchas mujeres que en su mensajes de agresión la denigran por ser una perdedora y que su marido en apariencia le es infiel al mandar este tipo de videos sexuales a otra pareja. Es lapidada digitalmente por la infidelidad de su esposo. De tonta no la bajan. Así las cosas y así el tamaño de criterio digital de nuestro país.
Por otra parte y sin existir pruebas contundentes de esto, hay otro personaje en este triángulo interpersonal: Paola García, la supuesta receptora del mensaje erótico de Zague y su gran pene erecto. Estoy observando su Instagram y esta lleno de agresiones, muchas de mujeres donde la insultan, le dicen “roba maridos”, golfa o puta. Esta es la resolución y el tamaño del veredicto de muchos perfiles e identidades digitales que nos rodean. Que pueden ser nuestro compañero o compañera de escritorio o nuestro vecino de la puerta contigua.
Más que respuestas tengo muchas preguntas, ¿Estamos avanzando o retrocediendo en la percepción del género? ¿Hay una guerra de mujeres que con su baja autoestima que esta destruyendo a su propio género por sentido de competencia o inseguridad? ¿No han notado que la competencia de mujeres hermosas es imparable en Instagram? ¿A dónde vamos a llegar? Con mucha seguridad llegaremos a perder el balance de género. A perder el sentido auténtico del feminismo. A perdernos en la realidad de las realidades. A la esquizofrenia digital. Si lo permitimos, pero tampoco no es tan catastrófico y tan apocalíptico. Estamos muy a tiempo de ganar el balance y potenciar lo mejor de nosotros mismos y del mundo.