Estamos en una época del año donde seguimos muy de cerca nuestros deseos pensados en las uvas del 31 de diciembre, o simplemente tenemos a la mano esos propósitos que escribimos en nuestra mente con las ganas de cumplirlos y lograrlos. Seguramente uno de estos tiene que ver con tu imagen física, la cual preocupa y preocupa demasiado.
Y es cierto, los seres humanos siempre buscan agradar a los demás y a ellos mismos a través de su imagen de identificarse con un estilo propio pero que a la vez sea empático y atractivo.
Es cierto que con los nuevos “tiempos” las personas se relajaron por demás, al relajarse los códigos de trabajo, inmediatamente se relajaron los códigos de vestimenta y socialización en las corporaciones, diluyendo por demás diversos estilos que ya no veremos tan seguido como los tacones o las corbatas. También es cierto que dichos códigos segmentaban a las personas por su tipo de trabajo o posición en la corporación, pero ahora, ya no lo es más, la democratización también influyo en estos rubros y ahora podemos ver a diversos elementos de la corporación vestidos de forma similar o igual entre ellos, a lo cual hago una simple pregunta: ¿y no te quieres ver diferente?
Y lo más intrigante de esta nueva forma de vestir hace que algunos piensen que por que los nuevos estilos profesionales son más “ligeros o libres” podemos exagerar en como vestirnos y llegar a la oficina vestidos con cualquier atuendo o diseño. En lo personal, me parece que todo “comunica” y el lenguaje no verbal es a veces mucho más poderoso para los demás. El crear tu propio estilo, aún en el rubro del espacio “relajado” puede ayudar a despegarte de los demás y de cómo te miran o te encasillan. Y más aún cuando lo siguiente cae en el rubro de: ¿tengo una junta o una cita de negocios? O ¿tenemos un viaje de trabajo? O ¿tenemos una presentación?
Y lo más importante: ¿en lo cotidiano debemos de cambiar de estilo?, la respuesta es, en medida de lo posible, debemos mantener nuestro estilo, esto construirá positivamente en los demás hacia a nosotros.
Por lo cual te dejo algunos puntos a reflexionar, que me parece siguen y seguirán siendo vigentes para construir un buen estilo y una gran imagen física.
1.- La moda lo que te acomoda, y lo digo sobre todo por tu tipo de cuerpo, tu tipo de trabajo, tu edad y tu forma de ser.
2.- La primera impresión es lo que cuenta, no olvides que aún con este nuevo estilo, siempre te catalogarán por como te ves y “lo que traías puesto”
3.- Relaxed outfit no significa Sunday outfit, cuida mucho en no exagerar lo que lleves puesto, recuerda siempre se acordaran de ti como te comportaste, lo que dijiste y lo que traías puesto.
4.- Usa colores básicos y con pocos “dibujos” al vestir, además de ser más combinables siempre te verás más limpio y no exagerado, evita los estampados y colores estridentes.
5.- Tu aroma es básico y muy importante, no hay nada más agradable que trabajar, conversar o estar con una persona que siempre huele bien. Evita los aromas, dulces, siempre causa polémicas entre los que están alrededor.
6.- Usa Accesorios estratégicos, siempre serán un ancla para fortalecer tu estilo, pero no exageres en cantidad o estilos, pueden trabajar en tu contra y no a tu favor.
7.- Zapatos limpios, es cierto que un par de zapatos, tenis o sandalias, dicen más de ti de que tu piensas, cuídalos, límpialos y mantenlos siempre en buen estado, y según tu trabajo usa el diseño que mejor le queda, lo que es un hecho, es que siempre será mejor un zapato que un tenis para trabajar. “Recuerda que como te ven te tratan”
8.- Cuidado y mantenimiento, es la clave, un atuendo planchado y limpio, siempre será agradable para los demás.
9.- Adiós al exceso de maquillaje, es evidente que a nadie nos gusta saludar a una persona que usa maquillaje de más.
10.- recuerda que los contrastes en ropa son buenos, pero siempre busca la simpleza, un buen saco con jeans siempre dará una buena impresión.
Define como quieres ser, y se congruente con lo que eres, la imagen siempre debe ayudarte a crecer y fortalecer tu estilo. Ahora los estilos tienen más oportunidades y formas de desarrollarse; por ejemplo, no veo al director de una marca de motocicletas siempre de traje sastre y corbata, pero tampoco lo veo vestido con ropa deportiva en todo momento. También tiene que ver con su edad, y en especial con el estilo que el pueda desarrollar a través de su carrera profesional y personal.
Un ejemplo claro de incongruencia es el del grupo tan afamado de los “chavorrucos” que nacen de una forma irónica y con este afán de no aceptar su edad, pretenden detener el tiempo (punto que es imposible) y buscan un atuendo más “jovial” lo cual trabaja negativamente para ellos y los demás.
En conclusión, nuestra imagen y nuestro estilo, no ha dejado de ser importante para los demás, si bien, varias industrias se relajaron, no significa que podemos perder nuestra forma de ser y la imagen que queremos que los demás vean de nosotros. Si los jeans y el algodón cambio por el cashmere y la lana, no significa que puedas crear tu propia imagen y logres verte diferente ante los demás.
Construye para ti, cuida lo que te pones y sobre todo haz que siempre te recuerden de manera positiva.
Y tú, ¿cómo construyes tu imagen?
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