El consumidor es consciente del impacto de su consumo. Es por eso que la sustentabilidad es una tendencia que cada vez importa, y en el caso de las marcas están adecuando sus productos y servicios para satisfacer esta demanda del mercado.
La reducción de plástico se ha convertido en un objetivo en común por distintas industrias, principalmente en alimentos y bebidas. La sustitución de materiales en la fabricación de productos como el caso de Heineken con sus vasos de cebada o los festivales sin plástico de Corona, son casos en donde las marcas avanzan hacia un objetivo en común.
De alguna forma se comienzan a lanzar al mercado productos que sustituyen en gran medida artículos que tienen un alto impacto en el ambiente. De acuerdo con Greenpeace, los fabricantes de bebidas producen más de 500 mil millones de botellas de plástico de un solo uso cada año. El plástico de los popotes también es un problema que ha enfrentado la industria de alimentos y bebidas, según Greenpeace, solo en Estados Unidos se producen 500 millones de popotes cada día, lo que equivale a más de un popote al día por cada consumidor estadounidense.
La sociedad, gobierno y empresas de alguna forma trabajan en conjunto para lograr reducir el impacto del plástico en el ambiente. En el sector retail se busca generar cadenas de suministro más sustentables, Ikea es una de las marcas que recién ha anunciado que implementará una solución para impulsar la economía circular; a través de una asociación con Optoro, un proveedor de tecnología, Ikea buscará que sus centros de distribución en Estados Unidos sean más eficientes, con el propósito de disminuir el flujo de devoluciones y, por supuesto, mejorar la experiencia del cliente.
En la búsqueda de la sustentabilidad, Amazon también ha anunciado proyectos para lograr tal objetivo, recientemente anunció la creación de una granja solar en España, donde se producirá energía en 2020. Se trata del primer proyecto de energía renovable a gran escala de la compañía de ecommerce.
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