Veo muchos videos sobre los retos del Ice Bucket Challenge los muros de Facebook e Instagram. Muchos están en eso, retan a otros y los medios mexicanos y extranjeros están generando mucho contenido de los personajes que asumen el reto. Lo que observo es mucho protagonismo y hambre por ser parte del reto y lucirse. El fondo de este happening o activación viral se ha olvidado ayudar.
Más artículos de Paco Santamaría:
Los silogismos y el futuro de las agencias en tiempos de crisis o recesión
Recesión, agencias de eventos y RR.PP: 5 consejos para sobrevivir
#Marketing Gastronómico nueva tendencia #ComfortFood
El Ice Bucket Challenge o también llamado Desafío del balde de agua fría (también puede ser agua con hielo), es una campaña publicitaria solidaria que busca generar un tipo de conciencia poniéndose en el lugar de las personas que padecen una enfermedad muy extraña llamada Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA, o ALS por sus siglas en inglés), enfermedad degenerativa progresiva que ataca las neuronas motoras, haciendo que el cuerpo se sienta como si le tiraran una cubeta de agua fría.
Lo bueno de esta campaña viral. La rapidez y lo explosivo. Lo contagioso para generar un movimiento tan fuerte y que ha penetrado muy bien y con gran fluidez en los segmentos medios y altos. Tal parece que cumplir el reto es muy cool. Está muy bien visto y de moda. Esto es un ejemplo de una campaña éxitos. Genial, impecable, efectiva y rápida. Ideas sencillas que se comunican bien, fácilmente y cuentan una historia, por ahí va la cosa.
Lo malo de esta campaña viral. Que los seres humanos son capaces de todo por sobresalir aunque sea algunos segundos. Nuestra baja autoestima puede llegar tan bajo para llamar la atención de los que nos rodean hasta echarnos un balde de agua helada y engañar a todos diciendo que donamos a una fundación cuando es mentira. Una buena campaña saca lo mejor y lo peor de las personas.